La jueza de instrucción 3 de Palma ha abierto unas diligencias por presuntas injurias y calumnias a los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que han intervenido en el caso Cursach, la presunta trama de corrupción en torno al empresario de la noche del mismo nombre. Los investigados son letrados que actuaron como denunciantes en querellas contra el magistrado Manuel Penalva, anterior instructor de la causa, y el fiscal Miguel Ángel Subirán.
Es la primera vez en muchos años que se abre una causa penal por ofender e imputar delitos a magistrados del TSJB, entre ellos el presidente Antoni Terrasa, y los jueces Antonio Capó y Antonio Monserrat. El juzgado les ha ofrecido si quieren personarse o ejercer acciones contra los denunciados, posibilidad que también se le ha brindado a la familia de Miguel Ángel Aguiló Monjo, otro miembro de la sala de lo Civil y de lo Penal recientemente fallecido.
La denuncia que ha originado estas diligencias partió en último extremo de la fiscalía, que ya detectó indicios de delito y otros excesos en escritos de los abogados, especialmente en el caso de Vicente (Coco) Campaner, al que se le investiga en otras causas penales por sus palabras y actitudes ante testigos protegidos y los investigadores del caso Cursach.
Acusaciones de prevaricación
En algunos escritos dirigidos al TSJB se ha acusado a los magistrados de la sala de lo Civil y de lo Penal de prevaricadores por no querer investigar a Penalva y Subirán. El Alto Tribunal ha rechazado en los últimos meses varias querellas contra dichos juez y fiscal al no ver indicios de criminalidad en los hechos denunciados por los abogados.
Vicente Campaner ha reaccionado vertiendo duras críticas contra el TSJB y organizando manifestaciones de protesta contra la Justicia. El TSJB ordenó deducir testimonio el pasado marzo por algunas frases de una querella de Campaner, que fue desestimada.
Entre esas frases destacaba: "¿Ustedes, señores magistrados, se creen que el pueblo es estúpido? No, ya les digo que todos los ciudadanos saben lo que están haciendo, solo que no se atreven a reivindicarlo, que no es lo mismo". Otra frase decía sobre los magistrados que "tendrán que afrontar responsabilidades disciplinarias y penales", por inadmitir todas las querellas "con el dictado de resoluciones injustas a sabiendas de su injusticia".
