La comunidad con la tasa más alta de abandono y fracaso escolar tendrá un programa de refuerzo y acompañamiento escolar a partir de enero, tras seis años sin ningún plan específico para atajar esta problemática. Alrededor de 1.760 alumnos de Baleares podrán asistir a sesiones extra al acabar las clases. El programa presentado hoy por la conselleria de Educación se quiere centrar en los alumnos de entre 5º de Primaria y 4º de ESO y deja fuera a los estudiantes de los colegios concertados.

Así, solo los colegios e institutos públicos podrán solicitar (hasta el 12 de enero) adherirse a este plan de acompañamiento, financiado con medio millón de euros por el Gobierno en el marco del programa Proeducar. La idea de la Conselleria no es hacer clases de refuerzo, sino ir más allá de lo meramente académico y trabajar aspectos como los hábitos de estudio, la autonomía personal, la autoestima, la gestión de conflictos que puedan tender con otros compañeros o con los profesores, o las habilidades sociales. Las sesiones serán de un máximo de cuatro horas semanales, durante 17 semanas (de finales de enero al 8 de junio). Los centros educativos podrán solicitar hasta dos grupos para Primaria y cuatro para ESO y serían grupos reducidos, de entre cinco y ocho alumnos. En caso de que haya más solicitudes de las previstas, Educación señala que "excepcionalmente" se podrían autorizar más grupos, según el presupuesto del ministerio de Educación, que es quien financia el programa.

Lo impartirán los profesores del propio centro, que se presentarán voluntarios para ello y recibirán una gratificación. Esta remuneración extra es lo que, según el director general de Innovación y Comunidad Educativa, Jaume Ribas, les ha hecho dejar fuera a los centros concertados de esta iniciativa: "Tenemos unas limitaciones". Ribas argumentó que en cualquier caso muchos concertados ya tienen sus propios programas de refuerzo escolar.

Este programa llega seis años después de la supresión en 2012 de los programa PROA y PRA, unas clases de refuerzo que desaparecieron en Baleares debido a los recortes efectuados por el ministerio de Educación y que llegaron a impartirse en alrededor de 70 centros. El conseller, Martí March, ha aprovechado la presentación del programa para reiterar, una vez más, su confianza en los centros educativos, ya que serán ellos los que decidirán cómo enfocar las sesiones.