La superluna ya brilla sobre el cielo de Mallorca. Ha aparecido en el firmamento con un color anaranjado con la puesta de sol y desde entonces su contemplación se ha convertido en un espectáculo del que se puede disfrutar a simple vista desde cualquier punto de la isla. Si se desea mejorar su observación es aconsejable alejarse de núcleos urbanos y luces artificiales y usar unos prismáticos, aconseja Salvador Sánchez, director del Observatorio Astronómico de Costitx.

Precisamente, desde el obsevatorio mallorquín se está siguiendo esta noche el fenómeno a través de un telescopio. Las imágenes ofrecen multitud de detalles de la superficie lunar en el mejor día del año para su contemplación y estudio. Mañana las condiciones para observar la superluna de invierno también serán idóneas, asegura Salvador Sánchez, al igual que el 1 de enero y el 31 de enero de 2018, que también serán buenos días para seguir el fenómeno, aunque no tan óptimos como hoy y mañana.

Una superluna es una luna que está llena cuando se encuentra en su punto más cercano a la Tierra en su movimiento orbital. Dado que la órbita de la luna es éliptica, el lado del apogeo se sitúa a unos 50.000 kilómetros más lejos de la tierra que el más cercano, el perigeo. Por eso, las lunas llenas del perigeo cercano parecen un 14% más grandes y un 30 por ciento más brillantes que las otras lunas llenas.

Resulta difícil medir el tamaño de la Luna cuando se encuentra en lo alto del firmamento, en medio de la inmensidad del cielo nocturno, pero si se contempla mientras se levanta o se pone su tamaño aparente puede doblarse.

La imagen captada desde Costitx, de Miguel Durán, corresponde a la superluna saliendo de la constelación de Tauro, cuando está situada a 359.000 kilómetros de la Tierra.