"¡Libertad, libertad!", "¡Justicia, Justicia!", "¡La verdad!". Los gritos y pitidos son atronadores a las puertas de Vía Alemania. Tolo Cursach, el magnate de la noche mallorquina, no está solo. Tampoco lo está su hombre de confianza, Tolo Sbert. A escasos metros de la entrada de los juzgados de Palma, en los calabozos de la planta sótano, ambos escuchan el alboroto. Llevan más de ocho meses en prisión provisional y están a punto de declarar de nuevo ante el juez. Unas 300 personas se agolpan a las puertas de la sede judicial. Claman justicia en la denominada 'operación Sancus', la presunta trama de corrupción policial y empresarial que lleva años investigándose en la isla.

Son las diez de la mañana del lunes y la semana judicial empieza movida. Alrededor de 300 personas se concentran frente a Vía Alemania. Reclaman que el magistrado Manuel Penalva, instructor del caso Cursach, y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán sean inhabilitados y encarcelados. Los manifestantes, con bocinas y silbatos, no dejan de gritar, pitar y aplaudir. La Policía Nacional vigila de cerca.

Los asistentes, con una gran pancarta que encabeza la marcha con el lema 'Corrupción en el juzgado de instrucción', gritan: "¡Subirán a prisión!", "¡Penalva dimisión!". Tanto el juez como el fiscal ya han llegado a los juzgados. El magistrado ha entrado en el patio trasero con un coche camuflado de la Policía Nacional, escoltado por agentes de paisano. Mientras, Miguel Ángel Subirán ha acudido hasta la puerta principal acompañado por el fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló, en su coche oficial y el teniente fiscal, Ladislao Roig, como señal de apoyo.

El fiscal jefe criticó la manifestación contra el juez y el fiscalmanifestación contra el juez y el fiscal. "El derecho de reunión pacífica y sin armas es un derecho constitucional, pero cuando se trata de la independencia judicial es una cosa muy seria. Se tiene que respetar la independencia judicial", recalcó Barceló, quien añadió que, si no se está de acuerdo con una resolución judicial, la ley contempla la posibilidad de interponer recursos. "Salir a la calle a gritar contra las decisiones de jueces y fiscales no es lo adecuado", destacó.

Asociaciones judiciales

Por su parte, las asociaciones judiciales Asociación Profesional de la Magistratura, Francisco de Vitoria y Juezas y Jueces para la Democracia lamentaron "profundamente toda actuación que busque y persiga socavar la independencia judicial porque ello supone un ataque al Estado de derecho". Según un comunicado conjunto, "la independencia judicial no es un privilegio de los jueces, sino el derecho de los ciudadanos a que cualquier asunto dirimido en los tribunales sea resuelto sin injerencias indebidas".

El letrado penitenciario de Tolo Cursach, Vicente Campaner, convocante de la manifestación y recibido con aplausos por los congregados, indicó que en este caso se han inventado y manipulado pruebas y que le parecía vergonzoso. Campaner pidió "celeridad" y que se detenga y se inhabilite al juez Penalva y al fiscal Subirán. "Han pasado tres meses desde el 31 de agosto con querellas en el TSJB", lamentó.

El Colegio de Abogados de Balears hizo un llamamiento a la vuelta a la serenidad y solicitó a todos los operadores jurídicos que las discrepancias procesales existentes, todas ellas legítimas, se diriman en el lugar adecuado para ello, dentro del respeto más absoluto al principio de la igualdad de partes en el proceso y a la independencia judicial y letrada, en aras de la correcta y leal administración de justicia.

Bajan por La Rambla

Minutos antes de las once de la mañana, la multitud marchó desde Vía Alemania hacia el Tribunal Superior de Justicia de Balears. Jaime Lladó, director de la discoteca Tito's, fue levantado en volandas frente a los juzgados. Los manifestantes bajaron por la calle Barón de Pinopar y La Rambla. Entre los asistentes había policías locales, abogados, trabajadores de Cursach, imputados y familiares de investigados, entre ellos parientes próximos al magnate de la noche y a Sbert.

"Hay muchos inocentes en la cárcel, han destruido vidas, niños y madres que tienen que ir al psicólogo. Son los daños colaterales de la investigación. Es indignante, es humillante. Muchos testigos han mentido", se quejó una manifestante. Otro asistente añadió: "Todo es una gran mentira, muchas contradicciones, tenemos miedo de estar aquí". Los congregados llegaron al TSJB y gritaron "manos arriba esto es un atraco", "que España se entere" o"no estáis solos". Luego regresaron a Vía Alemania. Antes de acabar, levantaron a hombros a Campaner.