El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, admitió ayer que la ya exdirectora general de Turismo Pilar Carbonell, "pecó de exceso de explicaciones" al número dos de Bartolomé Cursach, Bartolomé Sbert, en la conversación telefónica que mantuvieron por la tramitación del expediente de reforma de la discoteca Megapark, propiedad del magnate de la noche. Barceló hizo esa concesión en una comparecencia ante los medios en la que reconoció que la caída de Carbonell le "afecta personal y políticamente", pero que no piensa dimitir por ello. El vicepresidente aseguró que cuenta con el "máximo apoyo" de la presidenta del Govern, Francina Armengol, y de su partido, Més.

Barceló defendió ayer en rueda de prensa la salida de Carbonell tras su imputación en el caso Cursach. Según el vicepresidente y responsable de turismo, su salida del Ejecutivo son "lo mejor para ella y para el Govern, si bien insistió en que "confía" en su inocencia. Más allá de admitir que Carbonell "pecó de exceso de explicaciones" a Sbert por su expediente, negó que existiera trato de favor hacia el grupo empresarial de Cursach y volvió a apuntar que la tramitación del expediente se resolvió en más de dos meses y no en 10 días como sostiene el informe de la Policía en el que se apoya la imputación de Carbonell. "Que la familiaridad sea excesiva es una cuestión subjetiva y si tiene o no implicaciones penales no me corresponde a mí decirlo", apuntó.

"Podemos da alas a la derecha"

Con todo, Barceló aprovechó para contestar a la petición de oposición y Podemos y dejar claro que no tiene pensado dimitir. El vicepresidente aseguró que cuenta con el "máximo apoyo a nivel político y a nivel personal" de la presidenta Armengol y que su partido, Més, también le respalda. "La presidenta me ha manifestado su apoyo en todas las decisiones", relató el vicepresidente del Govern.

"La oposición hace el juego que tiene que hacer como oposición, pero no dimitiré para no darles el gusto", señaló Barceló, que, sin embargo, censuró que sus socios de gobierno de Podemos se hayan sumado a esta exigencia y les acusó de "dar alas a la derecha". El vicepresidente lamentó la postura del partido morado y recordó que "siempre se les ha dado todas las explicaciones". Barceló envió un recado al líder de Podemos, Alberto Jarabo, recordando que "tiene un problema interno en su partido" y le sugirió que "debe resolverlo". "No dimitiré", insistió una y otra vez Biel Barceló.

No obstante, Barceló admitió que la imputación y dimisión de Carbonell por el caso Cursach apenas un mes después de la imputación del director de la Agencia de Turismo Balear (ATB), Pere Muñoz, por el caso de los contratos de Més al jefe de campaña de los econacionalistas, Jaume Garau, le está "afectando mucho". "No negaré que me afecta a nivel personal que dos colaboradores míos hayan dimitido. Es difícil de asumir", confesó Barceló, que sin embargo aseguró que "seguirá trabajando" y que confía en la inocencia de sus dos exaltos cargos.

Según la portavoz del Govern, Pilar Costa, con la dimisión de Carbonell "se han adoptado las medidas y responsabilidades políticas que tocaban" y a preguntas de los medios aseguró que Armengol no ha pedido en ningún momento la dimisión de Barceló.

"Es un problema de Armengol"

Quién sí pidió la dimisión del vicepresidente ayer fue otra vez el portavoz de Podemos, Alberto Jarabo, que recordó que su partido lleva pidiendo la salida de Barceló desde el estallido del caso Contratos por tratarse de "lo más prudente y lo que más beneficiaba a la imagen del Govern". "Pensamos que tendría que haber una vigilancia mayor en la Conselleria de Turismo y no entendemos los criterios por los cuales se escogieron aquellos altos cargos", defendió Jarabo, que la próxima semana mantendrá una reunión con Barceló para abordar la situación.

Por otra parte, para el líder del PP, Biel Company, el vicepresidente del Govern "está amortizado desde hace meses y es conveniente que dimita". Según el líder popular, si Barceló no dimite debe ser la propia Armengol quien lo cese. "Ya no es un problema de Més, sino también de Armengol".

También el vicepresidente y portavoz del los populares del archipiélago, Llorenç Galmés, defendió que "Biel Barceló no puede continuar ni un minuto más como vicepresidente y conseller de Turismo". Además de por las dimisiones, Galmés criticó la "ineficacia" de la Conselleria y denunció que "no podemos tener un conseller que rechaza el turismo".

Mientras, la ya exdirectora general de Turismo, que según Barceló "está muy tranquila, muy entera y muy segura de que no ha hecho nada mal hecho", salió ayer de Mallorca "sin billete de vuelta". Así lo publicó Pilar Carbonell, que está citada a declarar como imputada por su conversación telefónica con Sbert el próximo día 29 de noviembre, en su perfil personal de Facebook. La exdirectora general compartió ayer la foto de una maleta en unas escaleras mecánicas -presumiblemente del aeropuerto de Palma- contando que estaba haciendo algo que no había hecho "nunca": salir de la isla habiendo comprado solo el billete de ida y no el de vuelta.

En la publicación, Carbonell aprovechó para agradecer "todas las muestras de apoyo y cariño". La Policía Nacional la acusa de una supuesta relación de "servidumbre" con el grupo empresarial de Cursach y de haberle beneficiado desde la Conselleria de Turismo.