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Entrevista

Joan Carulla: "Revisamos a 200 lesionados medulares al año evitando que tengan que ir a Barcelona"

"El nuevo hospital en Inca podría comenzar a funcionar en marzo de 2019" - "Estamos integrados con el Servei de Salut con la receta electrónica pero no podemos acceder a toda la historia médica"

El gerente del hospital del Coll d´en Rabassa gesticula durante la entrevista a este rotativo M. Mielniezuk.

Hábleme del proyecto de nuevo hospital que prevén hacer en Inca

Se trata de una iniciativa que nos ilusiona mucho porque supone un reconocimiento al trabajo realizado en estos últimos años. El IB-Salut nos propuso acercar recursos sociosanitarios a la part forana, donde hacen falta camas para la cronicidad ya que la mayoría de ellas están concentradas en Palma. Respecto al proyecto, será un hospital de las mismas características que éste (el Sant Joan de Déu del Coll d'en Rabassa), pero una tercera parte más pequeño.

Déme más detalles.

Contará con ochenta camas dedicadas a geriatría y neurorrehabilitación fundamentalmente, siete consultas y la misma cartera de servicios que tenemos aquí. También tendrá dos quirófanos pensando en el futuro. Contará con cuatro plantas con una superficie total de 6.000 metros cuadrados, 1.500 metros cada una. En la planta sótano se ubicará el parking de mercancías, la cocina, la unidad de diagnóstico por imagen y los dos quirófanos. En la planta baja estarán los dos gimnasios de rehabilitación, las siete consultas, el área administrativa y el hospital de día. Y en las dos plantas superiores las habitaciones de hospitalización con cuarenta camas en cada piso.

¿Dónde se construirá?

En la carretera vieja de Alcúdia, al lado del cuartel de la Guardia Civil. Confiamos en que las obras comiencen a finales del próximo mes de enero, que acaben en el mismo mes del año 2019 y que tras equiparlo durante el mes de febrero pueda comenzar a funcionar en marzo de 2019. El proyecto básico de ejecución lo presentamos en el ayuntamiento de Inca hace una semana.

¿Qué costará?

Según nuestras mediciones hemos calculado un coste de ocho millones de euros. Se han presentado 11 empresas, entidades nacionales de mucho calado con presencia en Mallorca. El procedimiento negociado se hará en noviembre y a finales de este mes nos presentarán las ofertas entre las que elegiremos las tres mejores. A finales de diciembre podremos anunciar la empresa que hará el nuevo hospital.

Hágame un perfil del paciente tipo de su hospital.

Una persona frágil con un nivel de dependencia importante por afectación motora o neurológica que tiene graves problemas de autonomía personal, tanto en su trabajo como en su hogar, y que precisa de mucha rehabilitación. Y que necesita no solo de la ayuda de un fisioterapeuta, un logopeda o un terapeuta ocupacional, sino también de un neuropsicólogo. Porque es necesario que el paciente cuente con todas sus capacidades mentales para que pueda mejorar. Aquí también atendemos sus necesidades espirituales, que no necesariamente tienen que ser religiosas, para que pueda afrontar su actual situación.

Con esta luminosidad, esta tranquilidad, el mar... ¿es el Sant Joan de Déu el mejor hospital de Mallorca para recuperar la autonomía personal?

Desde luego, somos el hospital de referencia de Mallorca en promover la autonomía de las personas. Y hacía falta un centro sanitario en este ámbito. Es cierto que las lesiones medulares no crecen porque ahora hay menos accidentes de tráfico, pero siguen produciéndose lesiones de este tipo por accidentes en el mar.

Musicoterapia, arteterapia, terapias con animales, ¿que nuevos tratamientos ofrecen a los pacientes con daños medulares o cerebrales que han perdido su autonomía?

En rehabilitación hacemos todo aquello de lo que hay evidencia científica que funciona. Un paciente está ingresado 24 horas y después de dormir, comer y someterse a los tratamientos convencionales de rehabilitación le quedan 13 horas muertas cada día. Por eso intentamos encontrar actividades en las que se encuentren cómodos, mantengan sus mentes activas y mejoren. Unos lo hacen a través del arte o la música y con otros logramos la respuesta a través del contacto con mascotas. En ocasiones los perros consiguen animar a personas desmotivadas, el cariño del animal obtiene mejores resultados que los que consiguen las personas. Y todas estas actividades están financiadas por la Obra Social de la orden de Sant Joan de Déu, no con dinero público.

Y también usan caballos...

Sí, aunque esta terapia está pensada para pacientes jóvenes con problemas de equilibrio y tronco. Y, lógicamente, no se puede hacer en un hospital. Por eso recurrimos al centro ecuestre de s'Hort Vell, en Biniali.

Este verano inauguraron una unidad de diagnóstico por la imagen. ¿Fue una petición del Servei de Salut

Cada año realizamos unas 45.000 consultas de traumatología y rehabilitación y en gran parte de ellas se piden estas pruebas. Solicitábamos unas 4.000 resonancias y unos 600 TACs cada año. Para evitar incomodidades a nuestros pacientes, que tenían que ir a otros centros a hacerse las pruebas, y también por petición del Servei de Salut, decidimos hacer esta inversión y montar esta unidad. Pronto empezaremos a recibir lista de espera pública.

¿Cuántas resonancias magnéticas podrían hacer al año?

Unas ocho mil, aunque dependerá de los turnos laborales que se establezcan. Pueden estar funcionando las 24 horas del día.

Su unidad de lesionados medulares no trata procesos agudos que han de ser derivados al hospital de Toledo o al Instituto Guttmann de Barcelona. ¿Podrán atender alguna vez este tipo de lesiones?

Un paciente con una lesión medular aguda puede ser tratado inicialmente en Son Espases y, una vez estabilizado, venir a nuestro hospital. El problema surge con las lesiones medulares con un daño cervical alto, que han de pasar por alguno de los dos centros de referencia que has mencionada. Una vez que hayan conseguido estabilizarles allí su columna cervical, podrían venir aquí para continuar con su rehabilitación. Además, una lesión cervical alta en fase aguda tiene que ser tratada en un hospital con UCI porque la vida del paciente puede verse comprometida.

¿Y no contemplan tener una Unidad de Cuidados Intensivos?

No. No a menos que tuviéramos un servicio de urgencias y esto no está previsto. El Servei de Salut es de la opinión que el hospital de Son Llàtzer puede dar respuesta a las urgencias de su sector en el que nos encontramos.

Pero sí realizan las revisiones de los lesiones medulares evitando que una persona con silla de ruedas se tenga que desplazar hasta Barcelona.

Sí. En estos momentos tenemos a 12 pacientes ingresados con lesiones medulares y hacemos unas doscientas revisiones cada año evitando que estos pacientes tengan que desplazarse hasta Barcelona.

¿Desde cuándo hacen esas revisiones?

Desde el 2014, hace unos dos años y medio. Y aunque al principio las dos principales asociaciones de lesionados medulares de Balears miraban con recelo nuestras revisiones, en estos dos años y medio nos hemos ganado su confianza y ahora aprecian que, a diferencia de lo que pasa en el Guttmann, aquí siempre les vean los mismos especialistas y el trato sea más cercano.

Acaban de cumplirse diez años de la ampliación del hospital, ¿cómo ha cambiado su actividad desde entonces?

El 28 de septiembre de 2007 inauguramos una ampliación del hospital que nos costó 16 millones de euros. Y en 2014 reformamos el resto de la infraestructura con un coste de 14. Pues bien, en estos diez años hemos pasado de ser un centro sociosanitario en quiebra técnica a consolidarnos como un modelo sanitario necesario en Balears y de éxito.

Aporte algunos datos.

Ahora tenemos unas 65.000 estancias hospitalarias al año, unas treinta mil más que hace diez años. Damos tratamiento de rehabilitación a 9.400 pacientes distintos frente a los 4.800 que atendíamos en 2007. Hemos avanzado en la complejidad de las intervenciones que realizamos. Ahora incluso operamos lesiones en la columna a nivel bajo. Y haremos unas 4.000 intervenciones frente a las 3.200 de hace una década. También hacemos unas 56.000 consultas médicas frente a las 45.000 de 2007.

¿Han aumentado también la plantilla?

Sí. En 2007 teníamos a 195 personas con contrato laboral mientras que hoy tenemos a 306 trabajadores, 110 más.

¿En qué manera ha contribuido a esta consolidación el convenio singular que integró a su hospital en la red sanitaria pública en diciembre de 2013?

En gran medida. Pasamos de tener convenios bianuales con la Administración a tener una relación más estable. Esto nos ha permitido dar una estabilidad laboral a nuestros trabajadores que nos permite contar con profesionales formados por nosotros y cada vez mejor preparados. Y acometer inversiones para mejorar la atención a los pacientes. El convenio singular ha sido fundamental para el desarrollo del hospital y de sus profesionales.

¿No ha sido recientemente ampliado este convenio?

Sí. El convenio inicial se firmó en diciembre de 2013 con una vigencia de cinco años prorrogables a otros cinco más. Y ahora está pendiente que el Parlament apruebe hacerlo de diez años prorrogable por otros diez más.

¿El Sant Joan de Déu quedaría integrado en la red de hospitales del IB-Salut hasta el año 2038?

Sí. Y sería una medida muy consecuente con la actual estrategia de la conselleria de Salud de apostar por la atención a la cronicidad. Los pacientes ancianos están mejor tratados en hospitales como el nuestro y a un menor coste económico. La apuesta es inteligente. Además, como desde el Servei de Salut nos han pedido que incrementáramos nuestra cartera de servicios, la anterior no contemplaba las revisiones de los lesionados medulares, prorrogaremos el convenio antes de que concluya. Previsiblemente a comienzos del próximo año.

¿Qué les diría a los que critican estos convenios y se preguntan por qué no se invierte ese dinero en infraestructuras sanitarias públicas?

Que desconocen el funcionamiento de nuestro sistema sanitario, que es privilegiado porque garantiza una asistencia universal. Pero esta universalidad tiene un coste elevadísimo y hay que hacerlo más efectivo. Y no se puede gastar todo el dinero en inversión, también hay que pagar las nuevas tecnologías, porque un sistema público no solo debe garantizar su universalidad sino también que se está poniendo al día. Por eso hay que dejar que las inversiones en infraestructuras las hagan entidades sin ánimo de lucro cuyos beneficios son reinvertidos o destinados a actividades sociales.

¿Están ya plenamente integrados en el IB-Salut? ¿Pueden sus médicos prescribirme un fármaco a través de la receta electrónica? ¿Pueden consultar mi historia médica?

Estamos integrados con la receta electrónica pero no podemos acceder a determinados datos de la historia del paciente porque, al parecer, en esto está trabajando el Servei de Salut y estos trabajos tienen un coste.

El Sant Joan de Déu siempre ha presumido del trato humano que dispensa a sus pacientes. Explíqueme como lo incentiva entre sus trabajadores.

Si hay algo de lo que me enorgullezco de haber conseguido en esta década (Joan Carulla se hizo cargo del hospital del Coll d'en Rabassa poco antes de su inauguración tras la ampliación de septiembre de 2007) es de tener una identidad propia y de haber implantado un modelo basado en la calidad y en la humanización de la asistencia. Nuestros trabajadores saben que deben tratar a los pacientes como les gustaría que les tratasen a ellos. Y para saber que lo harán, antes de hacerles un contrato indefinido evaluamos sus competencias basándonos en nuestra guía de recomendaciones éticas.

¿Qué establece esta guía?

Actuaciones de respeto hacia el paciente. No entrar nunca en una habitación sin llamar, no interrumpir a un paciente cuando esté hablando con un familiar, explicarle siempre lo que le vas a hacer antes de hacérselo... Nuestros coordinadores evalúan estos detalles durante los contratos temporales.

Para acabar, ¿cómo se consigue recuperar a una persona joven que quedará postrada en una silla de ruedas el resto de su vida?

Con un buen soporte de neuropsicólogos, nosotros contamos con tres, desde el principio. En esta primera fase son más importantes que el fisioterapeuta.

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