Los residentes podrán viajar entre islas por unos veinte euros por trayecto a partir de julio. O ese es el cálculo que hacen en el Govern y en su conselleria de Movilidad, cuyo máximo responsable, Marc Pons, se reunió ayer con representantes de aerolíneas y navieras. Entre todos trataban de analizar la aplicación del nuevo descuento de residente, que será del 75% en los vuelos y barcos entre islas, pero la reunión sirvió más para desgranar las dudas que hay en torno al nuevo porcentaje de subvención, que para alcanzar acuerdo alguno.

Lo que sí está claro es que los residentes no pagarán nunca más de 22,5 euros más tasas por cada trayecto de avión. ¿Por qué? Simple y llanamente porque ya hay vigente un precio máximo fijado para los trayectos entre islas de 90 euros, con lo que si las aerolíneas cobran el máximo, una vez aplicada la subvención del 75%, al residente le quedarían por pagar 22,5 euros más el coste de las tasas. Con lo que en el peor de los casos, el trayecto saldría por unos 30 euros. Aunque no es eso lo que quiere el Govern, dice Marc Pons, que asegura que estarán vigilantes para que las aerolíneas no aprovechen la subida de la subvención para cobrar siempre ese precio máximo, como por otra parte ya hacen en la mayoría de los casos con el 50% de descuento actual.

¿Cómo vigilarán en el Govern que las compañías no vuelvan a sacar tajada solo para ellas de la subida del descuento, en vez de trasladar los beneficios a los viajeros? Pues lo único que puede hacer el Ejecutivo autonómico es mirar, esperar y, llegado, el caso, presionar . Poco más, admite Pons: en el Govern no tienen competencias ejecutivas para evitar que las compañías trasladen la nueva subvención a las tarifas, de modo que el residente siga pagando más o menos lo mismo, pero ellas se embolsen más dinero público por la vía de quedarse más subvención.Hoy sí hay competencia

"Miraremos el comportamiento a través del Observatorio de Precios, nuestra labor es preocuparnos por el consumidor final y también por el interés general", reflexiona Marc Pons, en referencia a que deben velar por que un aumento de la subvención sirva para lo que se plantea, es decir, una mayor conectividad a precios más asequibles, no un aumento de beneficios privados de las aerolíneas. En este sentido, Pons cree que hay motivos para estar tranquilos: "Hoy hay competencia en las rutas, con lo que esperamos que las compañías sigan pugnando y eso contenga los precios", conjetura Pons, que detalla que la pelea en conexiones aéreas es en algunos casos fuerte, aunque destaca sobre todo la batalla entre navieras. Tanto es así, dice, que un viaje en barco entre islas podrá rondar los ocho euros.

Aunque más allá del 75% de certeza y de esos 22,5 euros más tasas que, como mucho, pagarán los residentes por trayecto, todo son hipótesis. La más optimista, formulada por el propio Marc Pons y contemplada por el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Balears (Aviba), Toni Abrines, es que el descuento del 75% podría animar a más compañías a competir por las rutas interislas. ¿Por qué? Pues porque en un escenario en el que los residentes pagan unos veinte euros por trayecto, las aerolíneas se pueden plantear crecer y generar beneficios por volumen, es decir, sumando pequeños márgenes y estimulando la demanda de viajes con más frecuencias y aviones llenos. ¿Se dará ese escenario? Pons y Abrines lo ven posible, que no quiere decir probable.

Una enorme barrera turística

Más preocupa al Govern otra hipótesis también factible, y, a la luz de los precedentes, mucho más probable: que las aerolíneas cobren siempre o casi siempre el precio máximo de 90 euros (22,5 para residente y el resto subvención estatal). Si eso ocurre, el castigo sería para las arcas públicas que pagan el descuento y para los turistas y viajeros no residentes, que por un desplazamiento entre Mallorca y Menorca de ida y vuelta deberán pagar 180 euros más tasas. Eso supondría una barrera de entrada muy considerable para el turismo que quiera fluir entre las islas: 180 euros por viajero conlleva pagar solo por el trayecto de ida y vuelta mucho más de lo que cuesta una caldereta en Menorca, por citar el plato más buscado y cotizado de la gastronomía menorquina. ¿Sucederá eso? Está por ver, aunque todo apunta a que sí, empezando porque ya con un 50% de descuento los precios suelen rozar lo máximo legal, esos 90 euros citados.

A por la tarifa plana

Por todo ello el Govern sigue defendiendo su alternativa, que es la tarifa plana para vuelos interislas. Aunque ahora el planteamiento es más ambicioso: si con el descuento del 75% los residentes pagarán como mucho 22,5 euros más tasas por trayecto, lo lógico, dice Pons, es que si se plantea una tarifa plana el pago sea inferior a eso. Se intentaría así garantizar un precio siempre de unos veinte euros, en vez de la de 30 euros que planteó originalmente el Govern del Pacte, respaldado por el resto de partidos. ¿Qué ventaja tiene esa tarifa plana? Una fundamental: que se aplicaría tanto a residentes como a no residentes, con lo que mejoraría de facto el flujo de isleños y turistas por el archipiélago.

Otra duda a despejar es relativa a la fecha de entrada en vigor del 75%. En principio, la nueva subvención se aplicará en cuanto se apruebe la Ley de Presupuestos del Estado. De momento, han recibido el apoyo inicial del Congreso de los Diputados. Ahora pasarán por el Senado, que los refrendará sin mayor problema para el PP, que tiene allí una mayoría más amplia y estable. Con lo que volverían al Congreso para sancionarse de forma definitiva y entrar en vigor. Si no hay sobresaltos, ese proceso se completará en junio, y la subvención pasaría del 50% actual al 75% ya en el mes de julio.

A partir de ahí faltaría definir detalles como qué pasará con quienes ya han reservado un billete con el 50% para viajar a partir de julio, cuando ya esté en vigor el 75%. El conseller Pons explica que depende del Ministerio de Fomento, que en una reunión para la que no hay fecha aclarará si aplica el nuevo descuento a pasajes ya reservados.