Justo ayer hizo un año de la reunión del Consell Social de la UIB en la que su presidenta, Francesca Mas, informó de las cartas que le habían hecho llegar los investigadores Félix Grases y Miquel Fiol, con la denuncia de la oncóloga Sefa Terrasa de que profesores de la UIB estaban vendiendo productos no acreditados como fármacos a enfermos de cáncer.

En el Consell de Govern de ayer, Mas tomó la palabra para decir que se había "sentido apoyada por el rectorado" en todo momento, un afirmación que Llorenç Huguet subrayó en sus posteriores declaraciones a los medios.

El acta describe que Mas comentó, casi al final de la reunión y tras tratar otros temas, que había recibido las citadas cartas: "Como presidenta del Consell Social considera que ha de dar aviso a Fiscalía de este hecho y pide que este tema se trate con prudencia y discreción, por si se acaba incorporando a unas diligencias judiciales". En ese momento intervino Huguet "para decir que conocía este hecho, pero nunca se habían aportado pruebas que acreditasen que estos hechos son reales y que sería delito si realmente alguien ha pagado por hacer estas pruebas". Mas añadió que "considera que al Consell Social no le toca tomar declaraciones o juzgar sobre este tema, pero que había de informar sobre el hecho y que será la Fiscalía quien deberá decidir investigar, si así lo considera".

Miguel Deyá, decano de Filosofía y Letras, preguntó en la junta de ayer si Huguet había votado a favor de ir a Fiscalía y le contestó Mas señalando que no se votó ya que ella se limitaba a informar de un hecho: que había recibido estos avisos y que iba a denunciarlo.