La patronal CAEB expresó ayer su "enorme preocupación" ante los efectos económicos y sociales que la anunciada huelga de estibadores puede tener sobre Balears, dado su carácter insular y su dependencia del suministro que llega a través de los puertos, especialmente de las mercancías que salen desde Barcelona y Valencia.

Este comunicado se produce tras los contactos mantenidos con diferentes sectores que se podrían ver afectados, y la máxima responsable de esta organización empresarial, Carmen Planas, ha solicitado reuniones a la delegada del Gobierno, Maria Salom, y a la presidenta del Govern, Francina Armengol, para transmitirles esa preocupación y para reclamar un plan de contingencia que garantice el suministro al archipiélago.

Hay que recordar que responsables de la conselleria de Trabajo mantuvieron hace días un encuentro con representantes de las empresas de distribución comercial, y ambas partes solicitaron también una reunión con Salom, que ésta no ha concedido.