Pese a que la gordura se suele asociar a la felicidad, los obesos de esta comunidad no tienen motivos para estar contentos. La lista de espera para la cirugía de la obesidad es de más de dos años y Son Espases, único hospital de la islas junto a Son Llàtzer que realiza este tipo de intervenciones, acumula más de 180 pacientes con un insano exceso de peso esperando pasar por el quirófano.

Y la situación del hospital de Migjorn no es mejor ni en cuanto a tiempos medios de espera ni en referencia al número de pacientes que aguardan, según las fuentes sanitarias consultadas.

Estas fuentes explicaron la principal causa de este dilatado retraso que, recalcaron, es similar en todas las regiones del país. Y esta no es otra que la cirugía bariátrica (para corregir la obesidad), una cirugía compleja, no entra dentro del derogado decreto de garantía de demora que el actual Servei de Salut ya se ha comprometido a recuperar a lo largo de este año.

"Se opera antes una hernia que una gran obesidad, porque el objetivo principal de esta Conselleria es reducir las listas de espera quirúrgica y este tipo de pacientes no entran en estos listados", explica un especialista, que añade que esta es la causa que estas intervenciones no se puedan programar fuera del horario lectivo, esto es, las denominadas peonadas no reducen su número ya que su disminución no computa para la consecución del objetivo político marcado.

Y, al mismo tiempo que las conselleries de Salud y Educación se alían para realizar un ambicioso estudio sobre la obesidad de la población infantil y juvenil con vistas a prevenir los problemas de salud asociados al sobrepeso, que son muchos y graves, se deja desamparados a una parte cada vez más creciente de la población adulta.

La obesidad, una epidemia

Porque si hay algo en lo que coinciden los expertos es en que estamos ante una auténtica epidemia de obesidad provocada por una serie de malos hábitos alimenticios y conductuales (sedentarismo y escaso ejercicio físico) que está originando un problema de salud pública.

La obesidad, no hay que olvidarlo, está asociada a graves problemas de salud como trombosis, infartos y complicaciones cardiovasculares.

Otro de los profesionales consultados corrobora los datos de las listas de espera que acumula la cirugía bariátrica en esta comunidad y concluye que uno de los principales culpables de ello es que "la obesidad no está reconocida como enfermedad". En todo el Sistema Nacional de Salud, recuerda, lo que provoca que estas listas de espera estén muy alejadas de otros parámetros.

Este especialista recordó el caso de una mujer asturiana que falleció a consecuencia de las complicaciones asociadas a su obesidad tras esperar inútilmente durante más de cinco años pasar por el quirófano.

Los pacientes obesos que cumplen los criterios para ser operados son aquellos que tienen un índice de masa corporal (IMC) de 35 o, traducido, con una obesidad severa con enfermedades asociadas como diabetes, hipertensión o apnea del sueño susceptibles de mejorar tras su paso por el quirófano.

El segundo supuesto sería el de un paciente con un IMC de 40 (obesidad mórbida) sin enfermedades asociadas. El índice de masa corporal no es más que una relación entre el peso y la altura del paciente que se obtiene diviendo el peso por el doble de la altura del individuo.

Y en la lista de espera de Son Espases aguardan personas con IMC de más de 40, de 50 e incluso superiores a 60. Un caso práctico de este último índice nos situaría, por ejemplo, ante una persona de 1,70 metros de altura que pesara unos doscientos kilos.

El hospital de referencia de esta comunidad operaría a unas cincuenta personas al año por problemas de salud asociados al sobrepeso, una cifra a todas luces insuficiente para conseguir rebajar las actuales listas de espera.

Otra de las patas de este problema es que, igual que existen anoréxicos que no perciben su extrema delgadez como un problema, también existen los megaréxicos que también se ven perfectamente con sus kilos de más.

"El 30% de los niños de entre dos y quince años de edad padecen sobrepeso y obesidad y sus padres hacen muy poco para revertir esta situación porque, quizá, ellos están en la misma situación y no la perciben como un problema a la larga", advierte una de las fuentes consultadas para elaborar esta información.

Sobre los tipos de intervención que se puede realizar para reducir la obesidad, los especialistas hablan de la cirugía de limitación de la comida, que básicamente consiste en convertir la bolsa del estómago en un tubo con el objeto de restringir su capacidad. Y en segundo lugar de una operación que puentea el estómago con el intestino, en una suerte de by pass coronario, y que consigue que no se absorban parte de los alimentos ingeridos y, por tanto, que el paciente adelgace. "Con esta intervención conseguimos que la diabetes mejore o incluso se cure", subrayan.

Se trata de una cirugía segura con un índice de complicaciones inferior al 1% que requiere estar entre una hora y una hora y media en el quirófano y que te permite regresar a tu casa tras dos días de hospitalización. La sanidad privada las ofrece por unas tarifas que oscilan entre los 14.000 y los 18.000 euros. De ahí las elevadas listas de espera.