El Hospital Universitario Son Espases ha llevado a cabo durante este año 54 trasplantes renales, el número más alto registrado nunca, dos de los cuales han sido procedentes de donantes vivos, generalmente de familiares del paciente receptor.

Por otra parte, gracias al programa de donación en asistolia controlada iniciado el pasado abril, se han podido trasplantar ocho riñones, ha informado el Servicio de Salud de Baleares, Ib-Salut, en un comunicado.

El trasplante de riñón es un tratamiento sustitutivo que se lleva a cabo cuando se sufre una insuficiencia renal avanzada, en la que los riñones no pueden depurar la sangre. Otros tratamientos alternativos son la diálisis peritoneal, que se hace a domicilio, y la hemodiálisis, que se aplica en un hospital.

La supervivencia de un riñón trasplantado es del 92% durante el primer año y el promedio de tiempo de supervivencia se sitúa entre 12 y 14 años.

Son Espases, como hospital de referencia de Baleares, es el único centro de las islas donde se pueden realizar trasplantes renales.

Los pacientes que presentan una insuficiencia renal suelen ser diagnosticados en el hospital de su sector y derivados a Son Espases para hacerles las últimas exploraciones complementarias, confirmar el diagnóstico e incluirlos en la lista de espera para recibir un trasplante.

Sin embargo, si la donación es de un donante vivo el trasplante es inmediato, pero si se trata de un donante cadáver es necesario esperar hasta que haya un riñón compatible. En estos casos el promedio de tiempo de espera es de un año y medio.

En el proceso de trasplante renal participan profesionales de diferentes especialidades médicas y quirúrgicas y personal de enfermería, y para que tenga éxito es imprescindible una buena coordinación entre todos ellos.