La izquierda que gobierna en el Consell de Mallorca anda a la greña. El motivo no es otro que la elección de la fecha para celebrar la Diada de Mallorca el 31D. El conflicto llega hasta tal punto que suspendieron una votación ante la falta de acuerdo entre Podemos y Més. Ya hemos explicado que los de Més y El Pi, avalados por los informes de casi el 90% de historiadores y expertos consultados, propone el 31 de diciembre para acabar con el escaso arraigo de la Diada del 12 de septiembre, conocida entre los funcionarios como el día de Santa Maria Antònia Munar. Sin embargo, los de Podemos y también una parte del PSOE la consideran una fiesta muy catalanista y están intentando desmarcarse. Para llegar a un consenso se han sacado de la manga la rocambolesca solución de celebrar dos diadas, una el 31 de diciembre y otra para los actos institucionales el 24 de abril, fecha en que se constituyó el Consell en 1979.
El pasado martes, en la comisión que debe resolver el conflicto, los de Podemos se plantaron y se negaron a aceptar el 31 de diciembre, además de renegar de las ofrendas florales a Jaume I. Ante esta situación, el presidente de la comisión, Lluís Apesteguia (Més), paralizó la votación para evitar que se visualizara la total división interna que existe entre los socios del equipo de gobierno del Consell de Mallorca. Mediante arduas negociaciones y múltiples mediaciones se está intentando que esta riña entre socios no desencadene en guerra abierta.
Los de Més están dispuestos a aceptar que el día 24 de abril se realice la entrega de las medallas, pero no claudicarán en no declarar el 31 de diciembre, la fiesta más antigua de Europa, como la Diada de Mallorca. Fuentes de Més indicaron que si los recelos por las estelades y senyeres de los de Podemos persiste, no dudarán y pondrán a votación el 31 de diciembre "pase lo que pase". Esta puede ser la primera escenificación de la ruptura del Pacto de Izquierdas en el Consell mediante una votación.
Hay que recordar que, a diferencia del Govern, en la institución insular Podemos está gestionando áreas de gobierno. No obstante, pese al conflicto del 31D o 24A, todas las fuentes consultadas aseguran que los de Podemos no llegarán a romper, precisamente por el hecho de que tienen las sillas de sus suculentos cargos insulares.
Yllanes y Apesteguia se enzarzan en las redes sociales con la Diada
La greña entre los partidos de izquierdas ya está traspasando los muros de la sede del Consell, situada en el calle Palau Reial de Palma. Ayer el diputado nacional de Podemos y juez en excedencia, Juan Pedro Yllanes, lanzaba un mensaje de Twitter donde alababa la Diada de Andalucía celebrada el pasado domingo: "Para que no falte la voz de nadie. Construyendo un país desde la democracia. Porque fueron somos, porque somos serán". Juan Pedro Yllanes manifestaba sentirse feliz por el 4 de diciembre e ilustraba su mensaje con banderas andaluzas.
Lluís Apesteguia, portavoz de Més, no pudo contenerse y contestó a Yllanes: "Si Podemos Illes Balears se hace partícipe del soberanísimo 4 de diciembre andaluz (¡ Bravo!). ¿Supongo que harán lo mismo con el 31D mallorquín, no?". Acto seguido, les colocaba un emoticono con un guiño irónico a sus socios.
Xelo Huertas desconecta de los expedientes en Praga
La presidenta del Parlament, la expedientada y suspendida Xelo Huertas, se ha tomado parte del puente para desconectar de los líos de su partido, Podemos, y el expediente que le persigue. Ha viajado a Praga y así desconectar de la batalla intestina en la que está sumida con su compañero, que no amigo, Alberto Jarabo, secretario general de Podemos Illes Balears. No se asusten. La presidenta no ha aprovechado ningún viaje oficial para quedarse unos días más en la capital checa, tal y como hizo en Roma. En esta ocasión es un viaje privado pagado de su bolsillo. Es más, Huertas estará hoy participando activamente en la fiesta de la Constitución. Pese a que le estén moviendo la silla, la presidenta se mantiene firme después de reflexionar con calma por Praga.
Los regionalistas del PP exhiben su fuerza en casa de Bauzá y Delgado
Era la cena de Navidad del PP de Calvià, pero allí se plantó la plana mayor del regionalismo popular con su líder virtual Biel Company. Reunieron a 400 militantes y simpatizantes en el caladero de apoyos en el que confían ciegamente José Ramón Bauzá y Carlos Delgado para hacerse con el mando.
Exhibición de fuerza del PP regionalista en Calvià.
El sector de Delgado convocó una cena la pasada semana y en la invitación tildaban a los regionalistas de Company y Sagreras de "catalanistas". La ofensiva para minar apoyos al portavoz del PP en Calvià, José Manuel Ruiz, persona alineada con Company, no les surtió el efecto esperado. 400 personas arroparon a Ruiz, Company y Sagreras. Barones consultados aseguran que fue una exhibición de fuerza. A todo ello hay que sumar que el sábado en Ariany gran parte de la junta del PP de Marratxí, pueblo de Bauzá, estuvo apoyando a Company.
