Biel Company contra José Ramón Bauzá, sin secundarios interpuestos y sin posibilidad de integración, al menos de partida. El PP de Balears calienta motores ante la cita congresual más importante de las últimas décadas. Antes de Semana Santa los populares isleños deben haber elegido un nuevo líder para pacificar definitivamente la formación conservadora y prepararse para intentar gobernar a partir de 2019. La batalla en los próximos meses se presume intensa. Los dos sectores que lucharán para hacerse con el mando del partido más importante de Balears hace semanas que trabajan para conseguir adhesiones.

Por una parte, los regionalistas, con Biel Company a la cabeza, salen como claros favoritos y todos los barones populares consultados apuestan claramente por ellos en estos momentos. Por su parte, el único rival que anunció sus intenciones de presentar batalla, el exconseller de Turismo Jaime Martínez, que aseguraba tener un grupo sólido detrás, fue ayer relevado por el expresident del Govern y actual senador autonómico José Ramón Bauzá, que tomó el testigo ante la imposibilidad de Martínez de concurrir al congreso como cabeza de lista por su imputación en el caso Rocamar. Otra vez el código ético que tanto ha servido al expresident en el pasado.

La gran incógnita es si habrá lista única de integración, tal y como han pedido desde la calle Génova para evitar repetir los duros enfrentamientos vividos durante la última etapa de Bauzá. Ambos sectores creen que sería conveniente que las dos facciones populares concurrieran en una sola candidatura de consenso. Sin embargo, en estos momentos se antoja muy difícil por lo alejadas que están las posturas y porque Bauzá genera un fuerte rechazo en sus opositores. Recordar solo que muchos de ellos ya se opusieron a su nombramiento como senador autonómico. Lo querían fuera de la política. Y ahora se lo vuelven a encontrar como rival.

No obstante, los regionalistas se sienten ganadores y creen que no deben ceder. La facción de Bauzá, Martínez y Delgado lucha por conseguir un trozo del pastel del poder en el PP y en un futuro Govern.

El sector de Company asegura que tienen controlados la mayoría de comités locales de la part forana de Mallorca. En las últimas semanas está intensificando el trabajo para conquistar las juntas de distrito de Palma, las mismas que siempre habían estado controladas por el eterno presidente del PP de Palma, José María Rodríguez. Apartado de la actividad política Rodríguez, se abre un nuevo escenario con más posibilidades para captar la militancia palmesana.

Company cuenta entre sus hombres de máxima confianza con el alcalde de Campos y actual secretario general, Sebastià Sagreras; así como con el portavoz del partido y alcalde de Santanyí, Llorenç Galmés. Buena parte del grupo parlamentario es del llamado sector regionalista, así como destacados miembros del PP de Palma. "Confiamos plenamente en el trabajo hecho y en estos momentos contamos con los apoyos de una gran parte del partido", aseveran desde el sector regionalista.

El hecho de que Biel Company tenga como principales aliados a dos de las personas que en estos momentos tienen el control absoluto del aparato del partido, crea suspicacias en el sector de Bauzá, Martínez y Delgado e incluso éstos han vertido críticas veladas en contra. Desde la facción regionalista ya tiraban con bala contra el grupo que lideraba Martínez y lo encasillaban como el candidato de Bauzá y de Delgado. Ayer sus peores augurios se confirmaron, pero con Bauzá como candidato. Y eso pese a que el exconseller de Turismo negó en varias ocasiones que trabajara para el expresident Bauzá y el exconseller Carlos Delgado. Pero su facción ya avisaba. "En el caso de que Martínez no pueda presentarse, habrá otra persona del grupo que liderará la candidatura con éxito". José Ramón Bauzá era la persona escogida para dar el paso.

Entre los apoyos reconocidos a este grupo destacan el exalcalde de Montuïri, Jaume Bauzá; el exdirector general Antoni Deudero y, evidentemente los afines a Bauzá y Delgado. Sin embargo, el grupo asegura en este momento que "tiene personalidad propia, que quiere alejarse de etiquetas y su única intención es representar a todos los afiliados y aglutinar a todas las sensibilidades". Este grupo asegura que tiene muchos más apoyos de los que mucha gente pueda pensar y que representa a una facción de peso en el PP.

Los regionalistas, con Company a la cabeza, se han pateado buena parte de los pueblos mallorquines e incluso han hecho reuniones con grupos de militantes en Palma. Se muestran satisfechos, ya que en estos encuentros organizados en la capital balear han conseguido congregar a muchos militantes. Su apuesta es la vuelta a las esencias del regionalismo que en su día lideró Gabriel Cañellas, cuando el PP vivió su época dorada.

Ambas facciones coinciden en la renovación del partido con medidas como la limitación de mandatos durante ocho años y evitar que una misma persona tenga más de un cargo. Los regionalistas tienen claro que no se meterán en "berenjenales de la lengua", mientras que los oficialistas apuestan claramente por captar a los anticatalanistas.

El gran temor es que durante la campaña del congreso se reviva la guerra atroz que ya protagonizaron los críticos contra José Ramón Bauzá.

*Antes de Semana Santa el PP de Balears debe haber celebrado su congreso regional y elegir un nuevo líder, tras la guerra para el derrocamiento de José Ramón Bauzá a cargo del sector regionalista. El exconseller de Agricultura se enfrentará de nuevo al expresident del Govern. La candidatura única que pide Génova se antonja casi imposible