Las reservas de agua de Mallorca están por debajo del 44 por ciento de su capacidad después de un invierno seco y debido a una elevada demanda por el incremento de la población a causa del récord de visitantes de Balears. Sin embargo, otro factor ha contribuido en varios puntos de la isla a llegar a esta situación: las deficiencias de la red de canalización de agua, por la que se pierde cada año una cuarta parte del agua que se consume en las islas.
Según los últimos datos de los que dispone el Govern, correspondientes al año 2012, en Mallorca se consumen cada año 100 hectómetros cúbicos -con seguridad la cifra es hoy superior debido al progresivo aumento de turistas durante el verano en los últimos años- . Sin embargo, sólo 73 hectómetros llegan a ser consumidos, ya que 26,2 millones de metros cúbicos se pierden en filtraciones durante su transporte.
La pérdida de agua en fugas es desigual según el municipio: mientras los hay que pierden poco más de un diez por ciento, hay que pierden casi dos tercios del agua que se distribuye por su red.
Fugas del 60 por ciento
Con los datos de 2012, el caso mas significativo era el del municipio de Selva, donde se pierde el 62 por ciento del agua canalizada. No es de extrañar, pues, que Selva, que está entre los nueve municipios que han pedido ayuda al Consell para mejorar su red, haya presentado hasta cuatro proyectos para la reparación o sustitución de canalizaciones de varias calles del núcleo urbano. Otros casos destacados, donde se pierde por la red más de lo que se suministra son Mancor de la Vall, Artà, Ariany y Campanet, con perdidas de entre el 56 y el 53 por ciento.
Las deficiencias en la red de canalización no vienen originadas por desgaste de los últimos años: desde el año 2001 los datos de fugas son similares, siempre moviéndose entre el 22 y el 28 por ciento del agua canalizada, lo que implica que en los últimos 15 años, Mallorca ha perdido una cuarta parte del agua producida en acuíferos, embalses y desaladoras.
De hecho, con los datos facilitados por el Govern, esos 26 hectómetros cúbicos de agua que se perdieron en 2012 por la red equivalen prácticamente al agua que se produjo en las tres desaladoras que hay en la isla. Frente a esos 26 hectómetros perdidos en fugas, estas instalaciones generaron 30.
