Más de 1.400 personas anhelan conseguir una de las 60 plazas que ofertará la nueva facultad de Medicina de Balears. Y una de las plazas ya está adjudicada: la primera alumna de Medicina es mallorquina. Cabe recordar que la Universitat, como marca la ley para todos los estudios, debe reservar una decena de esas 60 plazas para distintos perfiles de alumnos, como deportistas de alto rendimiento, personas con discapacidad, mayores de 45 años o alumnos de otras universidades que piden un cambio de centro. Y éste último supuesto es el que ya se ha resuelto: una mallorquina que estudia Medicina en la Universidad Complutense ha solicitado plaza en la nueva facultad de la UIB y ya la tiene asignada. Competía con otras 52 personas. Para asignar la plaza, se seleccionan en primer lugar a los solicitantes que estudian Medicina. Si no hubiera ninguno, se pasaría a mirar a los que cursan otros estudios relacionados con salud (como Enfermería o Fisioterapia). El segundo criterio clave es el expediente. La joven seleccionada deberá empezar de nuevo primero, aunque se le podrán convalidar algunas asignaturas.
Los siete profesores de Anatomía
Esta semana se ha publicado la convocatoria de plazas de profesorado para el próximo curso en la UIB, incluyendo varias para Medicina, como las siete que se cubrirán con profesores asociados para impartir la asignatura de Anatomía y Embriología. ¿Cómo se reparten siete docentes una asignatura? En este caso, por partes del cuerpo. Por ejemplo, se contratarán a dos asociados de perfil de “anatomía y embriología general y aparato locomotor, miembro inferior”; otros dos para el “miembro superior”; uno para “columna vertebral y tronco”...
Transparencia en la contratación
El pasado miércoles compareció por fin Joan Carrió, director general de Presupuestos, para explicar su informe sobre los problemas presupuestarios de Medicina, aunque más que explicarlo lo que vino a hacer fue desmontarlo, ya que ahora, aseguró, el proyecto sí es viable ya que “el contexto ha cambiado” debido al aumento del objetivo del déficit, los ingresos por el convenio de carreteras con el Gobierno y la revisión de lo que recaudará la comunidad por tributos. La transparencia ha costado esta vez, esperamos que no falte en el proceso de selección del profesorado que ahora comienza. Transparencia y méritos. Respecto a eso -más bien respecto a la falta de ‘eso’- escribió precisamente el catedrático Claudio Mirasso hace unos meses en El País. El investigador del Instituto de Física y Sistemas Complejos (IFISC) publicó un artículo titulado Oportunidades de la crisis: hagamos una universidad mejor en el que criticaba las políticas de “promoción a dedo” en la contratación de personal docente y alertaba de cómo eso solo genera endogamia y mediocridad. Mirasso recibió enhorabuenas, pero a más de uno de la UIB no le gustó un pelo.
Palo del Consultiu a March y Alorda
El Consell Consultiu ve ajustado a derecho la confección del decreto de lenguas extranjeras, pero le da un importante palo a March y a la directora general Maria Alorda (de Més, responsable de FP y de proyectos lingüísticos) al señalar que se podría estar atentando contra la igualdad de oportunidades en la educación que recoge el artículo 27 de la Constitución. Pero si el dictamen del Consell Consultiu es crítico, mucho más lo es el informe elaborado por la Universitat, a medias entre el IRIE y el Servicio Lingüístico. Por cierto, la directora de este departamento, Rosa Calafat, ha cesado en el puesto.
La versión oficial habla de dimisión por motivos personales; lo que se comenta por el campus apunta a la demanda de un extrabajador del servicio.
Selectividad, pública y concertada
En internet pasa con frecuencia: hay artículos que circulan y circulan y de repente alguien, años después, descubre uno que le llama la atención, lo comparte en sus redes sociales y otras personas lo leen, creyendo que es de actualidad. Eso ha pasado con el artículo que esta semana Martí March ha compartido en Facebook referente a las pruebas de Selectividad en Balears titulado Cinco de los siete alumnos más brillantes vienen de la escuela pública. Ha generado un centenar de reacciones, se ha compartido 18 veces y lo han comentado una docena de personas. El primero, Marc González, asesor jurídico de la patronal concertada Escola Catòlica: “No me extraña, con la diferencia abismal de recursos que dedicáis...”.
El conseller le responde que no lo plantea como una contraposición pública-concertada, subraya la necesidad de tener en cuenta las proporciones reales de escolarización de las dos redes y concluye que su objetivo es mejorar el rendimiento educativo de los estudiantes isleños. Otros comentaristas entran al debate sobre la educación concertada. Y todo, por un artículo que hace referencia a los mejores expedientes... de hace dos años. Algunos quitan hierro a que el artículo sea de 2014: “Seguro que este año ha sido por el estilo”, pero justo en la Selectividad de 2016 -la última de la historia- la concertada ha copado el pódium.
