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La fiesta en paz

Si quieres diversión, el PP es tu opción

Rajoy ha clausurado la semana de humor del PP. Manu MIelniezuk

Ser del PP balear es la monda. No te queda ni un minuto para aburrirte. Te ríes mogollón. Este partido es como una mesa de casino en la que se echan los dados cada 60 segundos. Pierdes y hay espectáculo. Si te sale un siete, como a Teresa Palmer, es que te descuajeringas.

Cómo han cambiado las cosas desde los tiempos del presidente-fundador. Cuando Gabriel Cañellas emitía su sentencia ni siquiera José María Rodríguez replicaba. Los afiliados acudían a las juntas insulares o regionales sabiendo de antemano lo que iba a ocurrir. Hablaba l'amo y todos decían amén. Ahora no. Las reuniones de los populares son como una película gore. La sangre salpica las paredes y muebles de la sala. Las vísceras de Miquel Vidal se desparraman sobre la mesa, a Pere Rotger le han amputado las dos piernas y Biel Company anda como un zombi sin acertar a identificar al enemigo.

Por fortuna para los guionistas del espectáculo popular, la aburrida sentencia que el soso Cañellas tomó de Napoleón ha quedado en el olvido: "Los buenos generales entierran a sus muertos y curan a sus heridos". En el PP balear los cadáveres políticos están a medio enterrar y los lesionados se tienen que lamer sus heridas en soledad. Como en cualquier película de terror que se precie, uno de los personajes al que todos daban por muerto resucita en el momento más inesperado. Hablamos, claro está, de José María Rodríguez. Más tensión dramática es imposible.

Cuando el público y los propios actores tienen el corazón disparado a 200 pulsaciones por minuto, el PP, siempre dispuesto a entretener a la concurrencia, cambia de género y se pasa a la payasada. "Monta un circo y le crecen los enanos", dicen de quien organiza un lío y encima sale malparado. Vamos, un individuo con mala pata. Los populares han plagiado la frase, le han dado un giro y han patentado "buscas un candidato y te salen 23". ¿Verdad que le gustaría pertenecer a este partido? Los socialistas son aburridos y perdedores. Los de Podemos van de sobrados y con un aire de intelectualidad que, más tarde o más temprano, los hará insoportables. Los de Ciudadanos son mudos porque solo tienen una voz, la de Albert Rivera. ¿Y los de Més? Esos están en la cola de Units Podem Més y solo saben llorar por lo que pudo ser y no fue. Todos son un muermo. La juerga está en el PP.

Al final del espectáculo popular aparecen los monologuistas. Teresa Palmer habla durante siete minutos, un tiempo ideal para el Club de la Comedia, y sin que se le mueva el rictus afirma que es una candidata de "consenso" y que el partido está "unido".

El público aún está carcajeándose cuando en la Cadena Ser escucha a Jeroni Salom, presidente de los populares mallorquines, hablar sobre la no crisis que sufren. Su perorata termina con esta frase "com deim en bon mallorquí: como agua de mayo". Ahora entiendo al humorista Felisuco, que será el candidato de Ciudadanos por Cantabria. Los políticos le quitan el trabajo y a él no le queda más remedio que pasarse a la política.

Y aún falta la gran estrella. Mariano Rajoy llega a Palma, la tierra de Nóos, de Matas o del caso Scala, para hablar de las "buenas prácticas de gobiernos populares". Es oír el enunciado y la masa se desternilla. Pero va el gran humorista y suelta perlas como "el PP balear ha ganado siempre las elecciones, todas, las autonómicas, las generales y las municipales; todas, que son muchas". Ni siquiera recuerda que en 2008, con él de candidato a La Moncloa, los adormilados socialistas les vencieron en las generales.

Es tanto el ingenio que emana desde la sede de Palau Reial que decido llamar para que me sugieran un titular impactante para el artículo. "Si quieres diversión, el PP es tu opción", me dice el primero -quizás fuera Rodríguez- que coge el teléfono. Es tan genial como lema que ahí queda publicado (la rima barata es una nimiedad sin importancia que paso por alto). Me entran las prisas para acabar el artículo, mi nueva opción vital pasa por la juerga. Voy a afiliarme al PP en cuanto ponga el punto final. (Este es).

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