La Policía de Palma volverá a tomar literalmente el juzgado con motivo de la puesta a disposición del joven extremista detenido el martes en el barrio de Son Gotleu. Es la primera vez que desde que se perpetraran los últimos atentados yihadistas en varias de las ciudades más importantes de Europa, un presunto seguidor de estos grupos radicales es detenido en Palma. Al tratarse de terrorismo las competencias no son de los juzgados de instrucción de Palma. Es un magistrado de la Audiencia Nacional quien se hará cargo del detenido. El juez no se desplazará a Mallorca para tomarle declaración. Se le interrogará a través del sistema de videoconferencia. Se le harán preguntas a través de la pantalla. Está previsto que también le interrogue el fiscal de la Audiencia Nacional. Lo más lógico es que la fiscalía solicite el ingreso en prisión del Mohamed Harrak, al que acusará de pertenencia a banda armada. La Policía ya organizó un importante despligue de seguridad para proceder a la detención del vecino de Son Gotleu. Como se suele hacer en este tipo de operaciones, se utilizó el factor sorpresa para evitar que el sospechoso pudiera huir. Por ello, a primera hora de la mañana la Policía accedió a su domicilio. El sospechoso se encontraba durmiendo. En el piso de Son Gotleu también se encontraban sus padres y sus hermanas. La Policía no dejó salir a nadie de la casa hasta que no concluyó el registro. Además del material informático que utilizaba Mohamed en sus comunicaciones, también se intervino droga. Al parecer, el joven se dedicaba a traficar.