Los Auxiliares Técnicos Educativos (ATE), trabajadores que asisten a los alumnos con alguna discapacidad en los centros educativos, denuncian su precariedad laboral y exigen "dignificar" su trabajo, subrayando que cada vez asumen más responsabilidad.

En Balears hay alrededor de 300 ATEs que atienden al alumnado con Necesidades Educativas Especiales o NEE (lo que en la teoría incluye desde estudiantes con síndrome de Down, Asperger o parálisis cerebral a diabéticos o miembros de familias de desestructuradas) y el próximo jueves celebrarán una asamblea en la que analizarán su situación y se plantearán posibles acciones reivindicativas.

Al ser personal laboral dependen de Admninistraciones Públicas, pero también están vinculados con la de Educación. Creen que estar a caballo entre dos instituciones complica su situación, por lo que una de sus primeras peticiones es ´pertenecer´ solo a Educación.

Serehïm Salord es ATE e indica que antes su función era asistencial y ejercían como meros cuidadores (ayudando al alumnado a ir al baño por ejemplo), pero que en los últimos años han evolucionado y han asumido cada vez más responsabilidades y funciones, interviniendo en adaptaciones curriculares; proyectos de centro o programas de intervención, enseñándoles hábitos de higiene o de alimentación... Insiste en el tema de la responsabilidad y recuerda por ejemplo que muchos de ellos están manejando bombas de insulina.

Tipo de contratación

Respecto a la contratación, denuncian que la situación varía de unos ATE a otros ya que mientras hay algunos interinos que entraron contratados doce meses a siete horas diarias; otros, los que lograron plaza en las oposiciones que tuvieron lugar en 2011, son contratados diez meses (los nueve del curso y uno de vacaciones); mientras que los que han ido entrando después están contratados únicamente durante el curso escolar (del primer día de clase al último) y solo seis o cinco horas al día.

Este último caso, señala Salord, es especialmente perjudicial para su trabajo ya que no pueden participar en las evaluaciones previas ni en las de final de curso ni tienen tiempo para participar en las reuniones de los equipos de apoyo sin dejar desatendido al alumno. Salord, sindicalista de USO, explica que en noviembre de 2014 su sindicato presentó un conflicto colectivo por este tipo de contratos.

Desde Función Pública admiten la problemática, pero también apuntan que tiene difícil solución. El director general Pedro Jiménez ya se ha reunido con el colectivo y tiene pensado volver a hacerlo en las próximas semanas y planteará la convocatoria de un concurso de traslados, además de unas futuras oposiciones. Desde Función Pública justican no obstante que los contratos sean de diez meses ya que entienden que el trabajo de los ATE está ligado al alumno y cuando no hay clases, no hay trabajo. Asimismo, recuerdan que aunque haya auxiliares que se hayan ido especializando, la plaza "no tiene demanda curricular".

Ahora el único requisito para ser ATE es el graduado escolar. Salord considera no obstante que por los años de experiencia acumulados deberían tener la opción de poder acreditar un nivel 3 (equivalente a formación superior) con la cualificación profesional de ´Atención al alumnado con necesidades educativas especiales en centros educativos´ a través del Instituto de Cualificación Profesional de Balears (IQPIB).

Maria Alorda, directora general de Formación Permanente, apunta que han optado por dar la opción de acreditar un nivel 2 (´Atención sociosanitaria a personas dependientes en institución social) al entender que es a lo que pueden optar la mayoría de ATE y que "no desarrollan tarea educativa". Alorda añade sin embargo que "no cierran la puerta a que puedan acreditar un nivel 3 en el futuro".