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Salud

Antibióticos mal usados, bacterias inmunes

Antoni Pareja, coordinador de la unidad de epidemiología de Son Llàtzer, acaba de presentar una tesis en la que ha estudiado la incidencia de las infecciones hospitalarias por el estafilococo áureo durante diez años

El doctor Antoni Pareja, en su consulta del hospital de Son Llàtzer. Manu Mielniezuk

El estafilococo áureo (Staphylococcus aureus) resistente a la meticillina (un antibiótico del grupo de las penicilinas) es una bacteria presente fundamentalmente en los ambientes hospitalarios que ha desarrollado una gran resistencia a los fármacos antimicrobianos precisamente por el uso indiscriminado e inadecuado de estos últimos, como ha concluido el doctor Antoni Pareja, coordinador de la unidad de epidemiología de Son Llàtzer, en una tesis doctoral que ha analizado la incidencia de este agente en este centro sanitario a lo largo de diez años, entre enero de 2003 y diciembre de 2012.

"Esta bacteria puede provocar cualquier tipo de infección, desde una pulmonar a afectar a una herida quirúrgica o provocar la aparición de erupciones en la piel. Aunque el verdadero problema es que se ha hecho muy resistente a los antibióticos fabricados para combatirla básicamente por dos razones: La primera, que este microorganismo, como cualquier ser vivo, tiende a mantenerse con vida, a pelear por su supervivencia. Y en segundo lugar, por el uso indiscriminado e incorrecto de los antibióticos diseñados para combatirla", explica el doctor Antoni Pareja.

Salió de los hospitales

El especialista revela que inicialmente el ámbito de actuación de esta bacteria era el hospitalario pero que en los años noventa se hizo "comunitario", esto es, que salió de los centros sanitarios, que cepas hospitalarias del estafilococo áureo se hicieron comunitarias.

Sobre las características de este agente, el coordinador de epidemiología habla de "un microbio que puede infectar cualquier tejido que invade. Puede ocasionar una neumonía e infectar heridas abiertas e incluso prótesis recién implantadas, con los problemas y gasto que eso conlleva".

Y el principal problema ahora es que se ha hecho resistente a un amplio espectro de antibióticos por el uso incorrecto e indiscriminado que se ha hecho de estos fármacos, lamenta este especialista, que pone como ejemplo a las quinolonas, un tipo de antibiótico ante el que esta bacteria se mostraba sensible en sus inicios y que, hoy en día, tan solo actúa de manera eficiente contra el diez por ciento de sus cepas.

"Lo mismo ocurrió con la meticillina, antibiótico que comenzó a usarse en los años sesenta en Inglaterra. Pues bien, tan solo un año después de comenzar a prescribirse, en 1961, ya teníamos las primeras cepas del estafilococo áureo resistentes a él", pone como ejemplo de la capacidad de este agente a sobreponerse a las adversidades o, en este caso, a los fármacos diseñados para combatirlo.

Sobre el estudio que ha desembocado en la tesis doctoral, el doctor Pareja revela que el estafilococo áureo provoca unas 69 infecciones nuevas cada año en el hospital de Son Llàtzer con una media mensual que oscila entre los 5,75 casos.

Sobre el perfil más habitual del paciente contagiado por esta bacteria, el especialista en epidemiología revela que es el de un enfermo con el sistema inmunológico deprimido, con las defensas bajas, por norma general pacientes con varias enfermedades crónicas y también pacientes quirúrgicos de alto riesgo.

En personas sanas, añade Pareja, los efectos de este estafilococo no son muy dañinos pero explica que en Estados Unidos estudian las infecciones cutáneas que provoca en deportes de contacto como el fútbol americano.

Se estima que esta bacteria, que se encuentra ampliamente distribuida por todo el mundo, ya ha colonizado, que no infectado, a una de cada tres personas.

Preguntado por último si el estafilococo áureo está detrás del fallecimiento de alguna persona, Pareja tranquiliza al asegurar que, por la propia infección de la bacteria, no: "Pero sí se han dado casos de muertes de pacientes por problemas asociados, porque su estado de salud general era tan precario que acabaron falleciendo, aunque nunca por causa directa de la infección de esta bacteria".

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