-¿Se identifica con el perfil de político profesional?
-Creo que no lo soy. De casi 33 años trabajando, en cargos políticos de responsabilidad he estado 13. El único alcalde de Sóller que no ha tenido dedicación exclusiva fui yo. Cuando no estoy en política, estoy en mi trabajo de toda la vida, que es la medicina.
-Pero le cuesta no estar en política.
-La política me gusta, pero la medicina también. Lo que pasa es que hay cosas que sabes que solo pasan una vez en la vida. Por ejemplo, probablemente nunca más me volverán a ofrecer ser delegado del Gobierno. Ahora la oportunidad es la de ir al Congreso de los Diputados en una legislatura que se presenta apasionante, porque probablemente no habrá mayorías absolutas y se tendrá que negociar, pactar y ceder mucho, pero también tener las convicciones firmes para no pasar determinadas rayas. Eso es que como jugar en la Champions League de la política. Por mi edad, o iba ahora o no iba nunca. En este país cuando pasas de los 50 años a los políticos nos ponen en la reserva.
-¿Es usted un candidato digitado por la cúpula del PSOE balear?
-Hace cuatro años me presenté a unas primarias y quizá estaban más digitadas que mi elección ahora. Entonces se pensó que alguien que venía de estar en la delegación del Gobierno ocho años, no era el perfil idóneo para ese momento y se apostó por alguien más joven, Pablo Martín. Visto el resultado, fue un gran acierto, porque ha hecho un trabajo muy bueno en el Congreso. Ahora no ha habido primarias y el candidato se ha elegido a partir de las propuestas de las agrupaciones socialistas. Es cierto que sí se puede decir que yo era el candidato de la cúpula del partido, pero tampoco había nadie más que se hubiera postulado.
-¿Por suerte para usted? Se lo digo porque cada vez que ha tenido que competir por un puesto con alguien de su partido, ha perdido. También perdió contra José Hila en las primarias para ser el candidato a la alcaldía de Palma.
-Ya ve, soy un segundón. Me marca mi nombre. Mi segundón favorito toda la vida fue Raymond Poulidor. No me importa ser segundo.
-Veo que se aplica a usted mismo las recetas de coaching que imparte.
-Sí. Me da lo mismo si llego el primero o el segundo. Lo importante es llegar.
-¿Cómo acabó dedicándose al coaching?
-Cuando salí de la delegación del Gobierno, mi puesto como médico tenía un horario de 8 a 3 y pensé que por las tardes me aburriría bastante. Todo el tema de formación, liderazgo y motivación me interesaba desde hacía tiempo y tuve la oportunidad de hacer un curso. Me enganchó y seguí.
-¿Le será útil en el Congreso?
-Yo creo que el coaching hay que aplicarlo en la vida diaria siempre. El cambio hay que aplicarlo en los paradigmas del liderazgo. Los líderes carismáticos antiguos han pasado un poco a la historia. Lo que piden los nuevos tiempos es compartir, potenciar las aptitudes de la gente que trabaja contigo y crear un buen ambiente en el equipo. Si sumas siempre sacas más que si solo tira uno.
-No parece que sean esas tesis las que sigue el entorno de Pedro Sánchez. Más bien da la impresión de que se intenta construir una imagen de líder carismático.
-Creo que Pedro Sánchez sí aplica métodos de coaching. Me consta que el trabajo en equipo para él es prioritario. Otra cosa es que nos enfrentamos a una campaña que se está personalizando mucho en tres candidatos sobre todo, porque el cuarto (Rajoy) no tiene ninguna personalidad. Hay candidatos emergentes, como Albert Rivera y Pablo Iglesias, que han hecho mucho uso de los medios y están desarrollando casi una imagen personal del partido, que ya se verá hasta que punto es buena o no. En el caso de Pedro Sánchez, se presentó a unas primarias, tuvo el apoyo mayoritario de los militantes y está reforzado por ese apoyo.
-¿Y en el caso de Ramon Socías?
-Por suerte o por desgracia, al llevar ya cierto tiempo en la vida pública tienes una imagen y una trayectoria que la gente conoce, puede valorar y comparar con la de otros candidatos. Creo que puedo aportar experiencia y conocimiento de las relaciones entre Balears y Madrid por haber estado ocho años como delegado del Gobierno. Y también aporto mi forma de ser. La gente sabe que no soy una persona que vaya de estrella, ni me gusta colgarme medallas. Me gusta trabajar cada día y recoger al final, como los agricultores. Soy un mallorquín tranquilo, de pueblo, que procura aportar seny. Y saber que no siempre tienes la razón, que hablando puedes ampliar tus conocimientos y tener otros puntos de vista que a lo mejor son más acertados.
-La campaña electoral implicará que los partidos que forman el Pacto en Balears (PSOE, Podemos y Més) compitan en la carrera hacia las urnas. ¿Esa contaminación le perjudicará o le beneficiará como candidato?
-Yo creo que todo lo que sean discusiones entre partidos que forman parte de un mismo gobierno no es favorable para el Pacto. Para el Govern no será bueno el que haya determinadas actitudes durante la campaña. Por mi parte intentaré hacer una campaña lo más explicativa posible. Tengo claro que mi adversario político en estas elecciones no son tanto Podemos o Més, sino el PP. Lo que tenemos que cambiar en el Estado son las políticas austericidas del PP e intentar que esos atisbos de mejoría en la macroeconomía lleguen a la gente. Poca recuperación económica notará la gente mientras sigan aumentando las cifras de personas en riesgo de exclusión social o de niños en situación de pobreza alimentaria o energética.
-Dice que su adversario es el PP, pero en el tradicional granero de votos socialistas ha entrado Podemos pisándoles los talones.
-El planteamiento que ha hecho desde el principio Pablo Iglesias es que llegan para sustituir al PSOE. Creo que es un planteamiento equivocado, pero lo respeto. Siempre ha habido gente que ha querido hacer el sorpasso por la izquierda al PSOE y siempre han quedado por detrás. Creo que con Podemos pasará lo mismo.
-Los resultados de las elecciones autonómicas reflejaron un PSOE a la baja y un Podemos al alza. ¿Cuantos escaños socialistas confía en lograr en Balears?
-Espero conservar los tres escaños. Haciendo una buena campaña y explicando bien nuestro programa, al final la gente, a la hora de votar, tiene más tendencia a hacer un voto reflexivo que impulsivo. En según qué momentos la impulsividad te puede hacer adoptar determinadas decisiones, pero cuando vas a tomar una decisión que afectará a tu día a día durante cuatro años, la gente hace un voto más reflexivo.
-Igual esa reflexión lleva a votar a Podemos.
-No. Yo creo que cuando la gente reflexiona sabe que el voto útil a la izquierda es el voto al PSOE."Tengo claro que mi adversario político en estas elecciones no son Podemos o Més, sino el PP"
-Ha empezado su precampaña con la financiación autonómica como principal asunto.
-Es uno de los pilares básicos en la transformación que tiene que significar la próxima legislatura en la concepción del estado autonómico. La reforma de la Constitución para poder lograr un Estado federal, que de respuesta a las tensiones en distintos territorios como Cataluña o País Vasco. Hay otras Comunidades Autónomas que quizá no tienen la tensión nacionalista tan acentuada, pero en las que el nacionalismo económico, entre comillas, empieza a tener un peso importante. En estas podría estar Balears, en donde todos coincidimos en que el sistema de financiación es muy malo y no nos permite dar a nuestros ciudadanos los mismos servicios que se dan en otras comunidades autónomas.
-Ese sistema de financiación que critica lo aprobó su partido, el PSOE, con el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero.
-Sí. Pero también hay que decir que se desvirtuó en el camino totalmente. Me hace gracia cuando escucho a gente del PP diciendo que las leyes están para cumplirse porque deben referirse a determinadas leyes, no a todas. Cuando se aprobó la reforma del Estatut se incluyó una inversión estatutaria de 2.800 millones en siete años, al ritmo de 400 millones anuales. Se dejó de pagar y también era una Ley aprobada por el Congreso. Si se incumple esta ley parece que no pasa nada. Para el PP, parece que hay unas leyes VIP y después otras que se pueden incumplir cuando se quiere.
-Si las urnas confirman las encuestas, el 20D arrojará un escenario en el que serán necesario los pactos para gobernar. ¿Qué ve más probable, un acuerdo del PSOE con Ciudadanos o con Podemos?
-Serán las circunstancias las que lo digan. Hasta no saber los resultados será difícil decirlo. Puede que incluso no sea suficiente con un pacto a dos bandas y que se de la situación de Balears, en donde el Govern del PSOE y Més necesita el apoyo externo de Podemos en el Parlament. Los programas van a ser importantes. De los cuatro partidos que ahora tienen más posibilidades de tener representaciones más amplias en el Congreso, hay tres que apuestan por una modificación de la Constitución y hay uno, el PP, que no. Parece más difícil, por eso, que el PP pueda pactar con los otros cuando un aspecto básico de todos los programas como es la modificación de la Constitución no aparece en el suyo. El PP se está quedando sin posibilidad de pactar. Cada vez está más encerrado en su mundo y escorado hacia la derecha."Cuando la gente reflexiona, sabe que el voto útil a la izquierda es al PSOE, no a Podemos"
-Le preguntaba por los posibles pactos del PSOE, no por el PP. ¿Qué preferiría, un pacto con Podemos o con Ciudadanos?
-Por ideología me siento más cerca de Podemos. Por planteamiento, en lo que se refiere a poner seny respecto a lo que se puede y no se puede hacer, Podemos salió con unas ideas que evidentemente no son planteables en estos momentos. Hay determinadas propuestas de Podemos a nivel económico y de instituciones que creo que España no se puede permitir. Es más factible que determinadas cuestiones sean más pactables con Ciudadanos que con Podemos. Cuestiones económicas y también de estructura de Estado. Dicho esto, también es cierto que Podemos ha rebajado mucho lo que eran sus planteamientos iniciales. Eso de alguna manera también se está notando en los resultados que se prevén en las encuestas. Se ha descafeinado y la gente que estaba entusiasmada por la aparición de Podemos, ahora se esta quedando un poco descolocada.
-En resumen, se siente ideológicamente más cerca de Podemos pero ve más factible un acuerdo con Ciudadanos.
-En determinadas cuestiones sí, por la posibilidad de llevar a cabo las actuaciones. Ciudadanos tiene los pies más en el suelo en determinados aspectos que Podemos."Espero conservar los tres escaños por Balears que tiene ahora el PSOE en el Congreso de los Diputados"
-¿Para usted Ciudadanos es de centro izquierda o de centro derecha?
-Claramente de centro derecha. Y Podemos es un partido de izquierdas que si no es capaz de mejorar algunos aspectos de su programa corre el riesgo de seguir el mismo trayecto que en su día llegó a tener IU.
-¿Cual será la primera medida que plantearía en el Congreso como diputado por Balears?
-La primera la mejora de la financiación autonómica. No podemos dar unos servicios públicos de calidad en educación, sanidad y dependencia con la actual financiación. La segunda cuestión sería la de la conectividad. No es posible que, con una subvención del 50 por ciento, un ciudadano de Balears acabe pagando por el mismo trayecto en avión lo mismo que un peninsular para venir a las islas.
