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Sanción

El americano que cazó ilegalmente el 'boc'

Multan a un furtivo que abatió cabritos sin licencia, junto a una menor, y que quiso homologar las piezas en EE UU

Imagen de una cacería de Boc mallorquín en las montañas de la Serra de Tramuntana.

Un cazador de Estados Unidos se desplazó a Mallorca y abatió a varios ejemplares del Balearean Boc (cabrito mallorquín de montaña) en la Serra de Tramuntana. Los mató con rifle, sin ningún tipo de permiso y en presencia de su hija de 13 años. El furtivo intentó homologar el Balearean Boc como trofeo de caza para colgarlo en las paredes de su casa en Estados Unidos. En ese momento se puso en marcha una investigación que ha llevado al Consell de Mallorca a imponerle una importante sanción que tendrá consecuencias a nivel internacional.

La rocambolesca historia, digna de una película americana, ocurrió en octubre de 2012, en plenos bosques de la Serra de Tramuntana. Allí, unos cazadores de nacionalidad estadounidense, el adulto responde a las iniciales J.E.L., sacaron sus rifles de precisión y dieron muerte a dos ejemplares del popular boc mallorquín con una imponente cornamenta. En los circuitos de caza mayor es una de las especies de cabras más preciadas. Cada ejemplar abatido por cauces legales y en fincas autorizadas para ello puede costar entre 5.000 y 6.000 euros. El americano viajó a Mallorca para practicar la caza mayor, con su hija de 13 años, menor de edad, y que ni tan siquiera tenía licencia de caza menor.

Al regresar a su país intentó homologar las piezas abatidas en Mallorca. Para ello se necesita la verificación de un organismo de prestigio como es el Safari Club Internacional. Esta entidad es la que verifica las piezas de caza mayor en todo el mundo y le llamó la atención que no hubiera homologado los cabritos en Mallorca, ya que el Consell cuenta con un departamento específico para homologar el Balearean Boc.

El safari Club Internacional solicitó al departamento de Caza del Consell, que ahora depende del área de Cooperación Local que dirige el conseller insular Joan Font, si la cacería se había realizado amparada por la legalidad. Aportó documentación y varias fotografías con los ejemplares muertos.

El Consell abrió un periodo de información reservada para esclarecer los hechos. Se pidió la colaboración del Seprona de la Guardia Civil, el consulado de Estados Unidos en Mallorca y se contactó con el propio cazador. La investigación determinó que uno de los ejemplares de boc mallorquín había sido abatido por el cazador americano y el otro por su hija de 13 años que no tenía ni edad ni licencias para poder practicar la caza. También se dio traslado al Safari Club Internacional que prevé sanciones para los socios de caza mayor que practiquen actividades cinegéticas de forma ilegal y se inició el procedimiento sancionador en abril de 2013.

Similitudes con el león Cecil

Este caso tiene similitudes con lo ocurrido en Zimbabwe con el famoso león Cecil, uno de los grandes felinos más conocidos de África, que fue también fue abatido por un cazador de nacionalidad americana de forma ilegal. Al igual que en África, lo más probable es que el americano desplazado hasta Mallorca contara con la ayuda de alguien de la isla para iniciar y guiarle en sus cacerías. La caza de la cabra solo se puede realizar de dos formas, en rifle y en arco. El león Cecil fue capturado tras insertarle varias flechas y deambular por la sabana africana durante 40 horas. En Zimbabwe se llegó a detener a varias personas por la muerte de Cecil, en el caso de Mallorca se le ha impuesto una sanción económica y suspensión para poder cazar a nivel internacional.

La investigación realizada por el Consell y por la Guardia Civil determinó que el cazador estadounidense actuó de forma furtiva, ya que no solicitó la licencia para poder practicar la caza en España. Desde el departamento de Cooperación Local y Caza del Consell de Mallorca destacaron el alto grado de colaboración con el Safari Club Internacional, entidad que se personó en el proceso judicial emprendido por el cazador como acusación particular.

J.E.L, meditante un abogado, interpuso un recurso contencioso administrativo contra la resolución de su sanción. El pasado 7 de octubre estaba prevista la celebración del juicio, pero horas antes del inicio el cazador americano renunció al procedimiento y acató la sanción impuesta por el Consell de Mallorca.

Dicha resolución también ha sito remitida al Safari Club Internacional para ser atendida y acatada por su comité de ética. Hay que tener en cuenta que este organismo controla prácticamente el 90% de la caza mayor que se practica en el mundo. Es la entidad que valida los trofeos de caza que estos cazadores adinerados exhiben con gran orgullo.

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