El SATSE denunció que los tres nonagenarios que el pasado martes acumulaban más de 40 horas de espera en camillas del servicio de urgencias de Inca han sido finalmente hospitalizados, pero que han sido ingresados en la planta materno-infantil del citado centro, práctica habitual de esta gerencia para mitigar la carencia de camas.

Cartel colgado en el hospital de Inca que contradice su propia actuación.

El problema es que, contradictoriamente con estas reubicaciones, la dirección del hospital colgó ayer la recomendación reproducida sobre estas líneas en la que emplaza a que las personas con enfermedades infecciosas se abstengan de realizar visitas al hospital, "especialmente a recién nacidos y niños hospitalizados". Habrá que suponer que los nonagenarios hospitalizados entre los neonatos no padecen estas patologías.