Malos tiempos para los centros de salud de Mallorca. Y no por la epidemia estacional de gripe que nos llega con el descenso de las temperaturas. La razón no es otra que el Servei de Salut no dispone de liquidez para cubrir las sustituciones temporales de sanitarios en Atención Primaria y, desde comienzos de este mes, ha bloqueado el reemplazo de más de cien trabajadores, según estimaciones realizadas por el sindicato UGT, lo que ha provocado un caos en este nivel asistencial, con anulación de citas programadas, cierre de consultas médicas y de las unidades básicas de salud que atienden las necesidades de los habitantes de los pueblos pequeños.

Esta cifra de contrataciones bloqueadas fue reducida a entre 70 y 90 por el portavoz adjunto del PSOE en el Parlament, el exconseller de Salud Vicenç Thomàs, quien señaló que a estos trabajadores se les llamó por teléfono el pasado lunes para decirles que ayer ya no se incorporaran a sus puestos de trabajo.

Thomàs abundó que esta paralización de las contrataciones es debida a que un programa informático controlado por Función Pública y Hacienda bloquea este tipo de contratos si no hay liquidez para formalizarlos y sin entrar en consideraciones sobre el caos y el perjuicio que esta acción puede ocasionar en los usuarios de la sanidad pública de las islas.

De la misma manera, el antiguo responsable sanitario socialista recordó que la actual Conselleria de Salud había reclamado una ampliación de crédito de 40 millones de euros para poder afrontar el pago de las nóminas de sus empleados de aquí a final de ejercicio: "Y solo les han dado 35, de manera que de aquí a final de año tendrán que ahorrar cinco millones como sea", interpretó la actual situación.

Una situación que solo puede calificarse de caótica, a tenor de los datos aportados por los delegados sindicales de UGT. Así, Tomeu Ballester, delegado sindical en el hospital de Inca y los centros de salud adscritos a esta zona de Tramuntana, habló de dos enfermeras no sustituidas en el centro de salud de sa Pobla, lo que provocó el pasado lunes que la unidad básica de salud de Campanet tuviera que cerrar sus puertas a las diez y media de la mañana al tener que desplazarse la enfermera que la atendía a su centro matriz pobler.

En el centro de salud de Muro se han dejado sin cubrir las bajas de un pediatra, un médico y dos enfermeras, lo que también desencadenó el cierre vespertino de la unidad básica de salud de Santa Margalida, hecho que ya ha provocado las protestas del alcalde de esta localidad, Antoni Reus, que ha deplorado en una misiva dirigida al conseller Sansaloni que la infraestructura sanitaria de su localidad ha reducido en 5 horas su horario de atención al público y que Can Picafort se encuentre sin asistencia pediátrica y con un médico de familia menos.

En el centro de salud de Alcúdia falta cubrir una plaza de enfermería mientras que la unidad básica de salud de Port d'Alcúdia necesita reemplazar en breve a una doctora y a una enfermera. La situación en esta unidad ha llegado a tal extremo que, para evitar su cierre, ayer se autorizó a toda prisa un contrato de dos horas y media de una enfermera.

En Pollença faltan dos enfermeras, una titular y otra que sustituía una baja maternal dos días por semana, circunstancia que ha provocado que, ayer por la mañana, la unidad básica del Port de Pollença procediera a anular citas y a atender solo los casos de urgencia.

En el centro de salud de Inca falta un médico pese a lo cual ha de desplazar a un facultativo y a una enfermera para mantener operativas las unidades de Selva y Escorca. De la misma manera, Ballester reveló que el pasado día 31 acabaron sus contratos tres enfermeras de ginecología de los centros de salud de sa Pobla, Alcúdia y Pollença, lo que ha causado que las matronas de estos centros hayan de asumir la realización de citologías y consultas que no les corresponden.

Hoy, miércoles, el centro de salud de Puigpunyent y Galilea estará cerrado por falta de personal y si alguien necesita una atención urgente, ha de acudir al centro de salud de la Vileta, en Palma, informó el Ayuntamiento.

María José Cordero, responsable de Atención Primaria de UGT, atribuyó todo este caos tanto a unos presupuestos infradotados como a una mala gestión. También habló de problemas en sa Cabaneta, Pòrtol y el centro de Emili Darder de Palma y lamentó que se "esté poniendo en riesgo la salud de los ciudadanos por criterios economicistas. Ahora nos llega la campaña de la gripe que tendremos que pasar con menos personal y, el que quede, con una excesiva carga de trabajo".

Por último, el PI denunció que algunos sanitarios se han puesto en contacto con la formación regionalista para señalarles que en la nómina del pasado mes de octubre han percibido entre 400 y 900 euros menos y que, al ir a reclamarlos, les han alegado motivos de falta de liquidez. Por ello, el PI instó al conseller Martí Sansaloni a dar la cara y garantizar la atención sanitaria de todos los ciudadanos por encima de otros criterios económicos.