El Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) no da tregua al Govern y ayer le propinó su tercer varapalo judicial en materia educativa en una semana. Tras las resoluciones de la semana pasada sobre el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL), ayer hizo pública una nueva sentencia por la cual anula la orden de selección de inspectores de Educación en comisión de servicio. Y "contra dicha sentencia no cabe recurso ordinario".

La resolución es una nueva bofetada al modo de proceder de la conselleria de Educación, pero no tiene efectos en la práctica porque los nueve inspectores que accedieron al cuerpo a través de ese concurso ya no fueron renovados este curso debido a otra sentencia de principios de julio. El día 2 de aquel mes el TSJB falló a favor del STEI-i cuando sentenció que Educación -y en concreto el secretario autonómico Guillem Estarellas- no podía elegir a dedo a la comisión de selección que evaluó a los aspirantes a dedo. El secretario autonómico así lo hizo a pesar de las advertencias del Consell Consultiu que le indicaron que la comisión debía ser elegida por sorteo en aras de la objetividad que debe regir el acceso a un empleo público. La cabeza de Estarellas es una de las peticiones que hacen sindicatos y directores a la nueva consellera, Núria Riera, como requisito para negociar.

Tras aquella sentencia de julio, y a escasos siete días del inicio del curso 2014-2015 Educación confirmó que debido a aquella sentencia no iban a renovar los nueve inspectores accidentales. La entonces consellera Camps argumentó que no tenía más remedio que "acatar las sentencias judiciales" y quitó hierro al hecho de que el sistema educativo balear perdiera a la mitad de su plantilla de inspección con un curso escolar a punto de empezar y con muchos proyectos TIL aún en el aire.

Cabe recordar que este concurso de méritos hoy anulado fue convocado por Estarellas después de que el primer conseller de Educación, Rafal Bosch, fulminara, por orden del president a los 17 inspectores accidentales que había entonces en plantilla por orden del president Bauzá, que consideró tibias sus actuaciones respecto a los lazos en defensa del catalán que colgaron algunos centros en su fachada.

La resolución de ayer responde a la denuncia presentada precisamente por uno de esos inspectores destituidos, quien, a diferencia de lo que hicieron la mayoría de sus colegas, no sólo no se presentó al concurso de méritos de Estarellas sino que lo denunció al no estar de acuerdo con varias puntos. Ayer la Sala de lo Contencioso-Administrativo le dio la razón al estimar su recurso y anular varios apartados de la orden dictada por Educación en julio de 2013 con la que se reguló el procedimiento para la ocupación de puestos de trabajo de inspectores en comisión de servicio.

En concreto, el TSJB anula los artículos 3 (sobre "ocupación de las plazas"), 4 ("sustituciones"),5 ("renuncias") y 6 ("convocatoria para acceder al cuerpo de inspectores de educación") "al haberse omitido el procedimiento legalmente establecido para su aprobación"; es decir, por no haber consultado a órganos como el Consell Consultiu. Anula también el anexo que regula la comisión de selección.

A día de hoy, hay una decena de inspectores para atender a los 400 centros educativos del archipiélago. El jefe del servicio, Francisco García Moles, ha tenido que asumir trabajo 'de calle' ante la falta de profesionales y se ha destinado un nuevo auxiliar docente.