La Justicia norteamericana ha tardado cuatro años en investigar el patrimonio oculto de Jaume Matas, uno de los principales imputados en el caso Palma Arena, y no ha conseguido localizar dos de las cuentas que el citado expresident del Govern admitió haber abierto en dicho país. El juez José Castro levantó ayer el secreto sobre una pieza del caso Palma Arena abierta en 2010 para rastrear la fortuna en negro del también exministro, pero la información suministrada por Norteamérica es escasa, parcial y deslavazada.

Castro y el fiscal anticorrupción Pedro Horrach decidieron remitir a las autoridades norteamericanas una petición de auxilio judicial para recabar datos sobre las cuentas corrientes, otros activos mobiliarios y bienes que apareciesen a nombre de Jaume Matas, su esposa y otros allegados.

Las pesquisas se hicieron bajo secreto y así permanecieron hasta ayer, cuando se conocieron los desangelados informes remitidos desde Norteamérica.

La persona que ha dirigido las investigaciones en ese país ha sido Ángela Pegram Saffoe, una adjunta al fiscal del estado del Distrito de Columbia, en Washigton.

El propio Matas admitió ante el juez José Castro que durante su estancia en Estados Unidos había manejado tres cuentas corrientes, en los bancos United Bank, de Washigton; Bancaja Miami Branch, de Miami; y Sovereign Bank, de Nueva York.

Solo la cuenta de Miami

Pues bien la fiscalía del Distrito de Columbia únicamente ha podido localizar la cuenta de Miami y no ha aportado datos sobre los otros dos depósitos.

Respecto a la cuenta del United Bank, en la comisión rogatoria obra un requerimiento de datos por parte de Pegram y una respuesta desde el banco afirmando que “no nos consta como cliente ningún señor Jaume Matas, ni en las cuentas abiertas ni en las cerradas”.

Sobre la tercera entidad de la que fue cliente el exministro de Medio Ambiente, el Sovereign Bank, la justicia norteamericana no reporta ninguna gestión.

Otros que, pese a ser un hecho notorio y divulgado por ellos mismos, se hicieron los olvidadizos ante la fiscal Pegram fueron los responsables de Price Waterhouse Coopers, que en 2009 ficharon como alto ejecutivo al expresident del PP balear.

Según una notada remitida a la investigadora de Washigton por la multinacional “no aparece en nuestros archivos de empleados ninguna persona con el nombre Jaume Matas”.

La compañía más tarde rectificó y remitió a la fiscal documentación sobre el contrato firmado con Matas, sus retribuciones fijas y lo ganado como dietas o incentivos.

Matas fue fichado con un sueldo anual de 350.000 dólares, “a remunerar cada 15 días”, y con unas primas “del 1% del ingreso por venta lograda”, con un tope máximo de 50.000 dólares por contrato.

Barceló Crestline Corporation, la filial americana del grupo mallorquín Barceló, dio empleo a Matas cuando éste, tras perder las elecciones de 2007, dejó la isla y se instaló en Estados Unidos. Crestline ha entregado a la justicia datos sobre esa relación.

Matas, según contrato, cobró 75.000 dólares al año, mucho menos que lo luego percibiría en Price Waterhouse.

Volviendo a los depósitos, la única cuenta corriente que ha sido rastreada por la fiscalía de Columbia ha sido la que Matas abrió en Bancaja de Miami y que estuvo vinculada a una asesoría creada por él en Estados Unidos, Aremas LLC.

El ahora encarcelado en la prisión de Segovia realizó numerosas transferencias de dinero entre Miami y otras cuentas suyas en España y Estados Unidos. Esos movimientos se hacían mensualmente y se prolongaron entre 2007 y 2011, cuando Matas, que siempre era emisor y receptor del dinero, ya no residía en Norteamérica.

Las transferencias oscilaron entre los 1.362 dólares y los 14.125 dólares. Los extractos también revelan algunos movimientos de fondos entre el exministro y su madre.