La fiscalía anticorrupción ya tiene en sus manos un informe remitido por las autoridades estadounidenses y relativo al patrimonio en dicho país de Jaume Matas, investigado en Mallorca por múltiples delitos, entre ellos el presunto cobro de comisiones millonarias por la concesión de obras públicas. Las pesquisas sobre la posible fortuna oculta de Matas se iniciaron hace varios años y se intensificaron a raíz de la fianza de 3 millones de euros que se puso contra él en 2010 dentro del caso Palma Arena.

Los investigadores de este sumario reclamaron a las autoridades y la justicia norteamericana colaboración para aflorar los fondos, inmuebles u otros bienes que Matas pudiera haber ocultado en ese país. Fruto de esas gestiones, que se han llevado con extremo sigilo, ha sido el envío de datos sobre el también exministro de Medio Ambiente en un Gobierno de José María Aznar. Está previsto que esa información se haga pública próximamente.

Patrimonio ilegal

Ya en 2010 se informó de que el FBI estaba colaborando con la fiscalía anticorrupción y la Guardia Civil en la búsqueda de bienes de Matas en Estados Unidos.

Los fiscales sospechaban que el expolítico había acumulado un notable patrimonio en Estados Unidos, país donde se instaló tras perder las elecciones autonómicas del 2007.

Matas abandonó la política y se incorporó al Grupo Barceló en Estados Unidos, para dirigir los proyectos de expansión de la compañía en ese país y en el Caribe. El ahora preso fijó su residencia en Washington en esa primera etapa norteamericana.

En junio del 2009 el exministro fue fichado por la multinacional PricewaterhouseCoopers EEUU como experto en materia de cambio climático y energías renovables, debido a su pasado como ministro de Medio Ambiente.

Matas se instaló en unas oficinas de Pricewaterhouse en Nueva York, ciudad que abandonó a principios del 2010 cuanto fue imputado por el caso Palma Arena. La retirada del pasaporte por parte del juez José Castro conllevo que el exministro perdiera su trabajo en la multinacional y se instalara de nuevo en España.

No regresó a Mallorca

Matas, no obstante, no regresó a Mallorca, sino que siguió viviendo en su casa de Ramón de la Cruz 105 de Madrid, un piso que el expresident del PP insular alega tener alquilado, pero que la fiscalía anticorrupción presume que es de su propiedad, aunque figure a nombre de un amigo: el exconseller del Govern Bartomeu Reus.

Precisamente las sospechas de que Matas había acumulado en América del Norte una fortuna, producto de sobornos que habría recibido cuando era ministro o president del Govern, pesaron en la elevada cuantía de la fianza que el fiscal pidió para garantizar su no huida.

El fiscal Pedro Horrach en un escrito expresó su temor de que el expresident tenía medios para fugarse, un argumento hecho suyo por el juez en el auto donde se impuso la fianza de tres millones de euros.

Matas fundó una empresa en Estados Unidos, Aremas LLC, una consultoría que también ha sido investigada. El nombre de la empresa surgió de la unión de parte de los apellidos del matrimonio Jaume Matas-Maite Areal.

Aremas fue radicada en Washington y los investigadores pensaron que pudo servir para canalizar flujos de dinero entre España y Estados Unidos.

Matas facturó, a través de Aremas, unos servicios de intermediación y consultoría prestados al bufete de Arnaldo Alcubillas, un exvocal del Consejo General del Poder Judicial que declaró en el caso Palma Arena. Según Alcubillas, Matas se le ofreció, cuando ya había abandonado la política (septiembre del 2007), como consultor externo de su bufete. El exministro fue contratado, con un sueldo de unos tres mil euros al mes, más comisiones por objetivos, para asesorar en inversiones hoteleras y buscar compradores para solares en Centroamérica.