Elegir entre Perforator Bauzá y Langostino Company equivale a escoger entre ser fusilado o quemado en la hoguera. Recuerde dónde leyó antes que el conseller de casi todo era el enemigo público número dos del farmacéutico, después del Mateo Isern que se ha pasado el verano implorando auxilios en las cenas de la jet, y a quien el PP desea fulminar mediante unas primarias más antiestéticas que la tipografía de un iPhone.

El arribista Bauzá está desaparecido sin combate desde las europeas. Mientras Isern hacía campaña nocturna en Mallorca, el farmacéutico del Tribunal Superior veraneaba en Escocia, según revelamos el pasado domingo. Es el primer político español que miente incluso sobre el destino de sus vacaciones, que había anunciado en la intimidad. Una verdad en sus labios es más difícil que encontrar un grupo catalán que no copie a Antònia Font.

La histeria de Bauzá al ser descubierto le ha impulsado a alentar una infantil caza de brujas en la clínica Rotger, con un listado de dos folios del personal que se interesó por la espina escocesa que tiene clavada el farmacéutico. De habernos preguntado, le hubiéramos recomendado que revisara los ordenadores del Consolado de la Mar, pletóricos de filtraciones. Suiza o Escocia, busca lugares extraños para huir de su odiada Mallorca. Dicho sea sin atisbo de crítica, en todo caso le reprocharíamos que no se hubiera marchado a suficiente distancia.

Bauzá se equivoca tanto que cuesta distinguir sus errores de sus pésimas intenciones. Sin embargo, la ingenua oposición lo prefiere como rival electoral a Company, el ambicioso enriquecido que suspira por presidir Balears desde la ferocidad del cemento con piel de oveja. Nuestra opción de votantes del PP es clara, mejor cualquier otro. Y dado que se apuñalaron a raíz de las prospecciones inconfesables avaladas por el Govern, cabe recomendarles vaselina para que lleguen a las elecciones sin recurrir a la agresión física. Como ambos saben, la citada sustancia gelatinosa se obtiene en el refino del petróleo.

En el extremo opuesto, el obispo de Mallorca sigue convaleciente de una importante fractura de peroné a raíz de una lesión excursionista. Fue atendido en el hospital público de Can Misses de Eivissa por el prestigioso traumatólogo Alberto Torres. En un principio, Javier Salinas acudió al centro hospitalario por Urgencias. En la siguiente visita, esperó en los pasillos como un paciente más, un rasgo de normalidad que lo distingue de enfermos que se creen por encima de sus semejantes. Además, el prelado ha hecho publicidad desde su silla de ruedas de la excelente atención recibida en la sanidad pública. Bauzá no ha podido elogiarla porque la ignora, ha sido condenado por desconfiado.

Que el humo del hospital bipartidista de Son Espases no ciegue tus ojos, porque la creatividad de la corrupción mallorquina crece ilimitada. En la carretera Palma-Manacor, funcionarios emprendedores del Consell Inmobiliario de Mallorca cobraban doscientos euros por una camionada de tierra pública que así se convertía en privada. El comprador debía aportar el camión, imaginen el rendimiento cuando un solo cliente adquiría un centenar de envíos.

Al hilo de Operación Peaje, que sintetiza los atropellos de la carretera citada, miles de personas me paran por la calle para preguntarme cómo es posible que se adelgazara la capa asfáltica, si se efectuaban inspecciones periódicas. Sigan leyendo. En un ejemplo abstracto, se avisa de que la toma de muestras ha de efectuarse en el kilómetro 12.375. En ese punto se asfalta con el grosor contratado, para reducirlo a la mitad unos metros más allá. ¿Quiénes han pactado el punto a sondear? Pillín, confórmese con saber cómo funciona la corrupción mallorquina, no pretenda averiguar además quién la hace funcionar.

Las vistas no mejoran desde el tren. Una trabajadora que utiliza este transporte a diario para desplazarse a Palma, denuncia en la hoja de reclamaciones el retraso de dos horas registrado el pasado mes de julio, del que tuvieron cumplida información en este diario. Formaliza la queja en la ventanilla correspondiente, se la sellan con el SFM de Serveis Ferroviaris. Diez días después recibe una carta del fantasmagórico ente CTM o Consorci de Transports de Mallorca, diciéndole que no tenía que dirigir a ellos la reclamación que no les había dirigido a ellos, sino que debía remitirla a la SFM a la que de hecho ya la había remitido. Kafka estaría orgulloso del Govern de Antonio Gómez. Lástima que ninguno de ellos conozca al otro.

El cuadro de Miquel Barceló que decoraba el Fortuna fue rescatado antes de devolver el yate a los empresarios turísticos, así como la vajilla con los escudos regios. A cambio, Abel Matutes recibió el barco a precio de saldo y con la mantelería incluida. Muy apropiado puesto que, tras pagar al contado, se dispone a desmantelar los motores para ponerlos al servicio de plebeyos en Balearia. Ni una sola oferta seria, la Marca Rey está a la altura de la Marca España y muy por debajo de la Marca Mallorca.

En la foto de Sabina Pons que hoy nos ilustra, unos turistas casi vestidos se congregan en la Playa de Palma en torno a su poderoso bafle TOA. Lo arrastran por la arena sobre ruedas hasta su emplazamiento definitivo. Una vez en funcionamiento, aterrorizarán a los bañistas en cien metros a la redonda. Es la última moda playera. O Mallorca acaba con el ruido o el ruido acabará con Mallorca. El que avisa no es traidor.

Reflexión dominical volátil: "Los ornitólogos no saben volar".