En Portocolom hay una decena de restaurantes en pie de guerra. Están indignados con el Govern y su Ley Turística, cuyas consecuencias han empezado a ver este mismo verano. ¿Cómo? Pues como la nueva legislación permite a todos los negocios turísticos hacer de todo, los restaurantes se han quedado sin clientes este verano. ¿Dónde están? Pues en un beach club cercano, que ahora ofrece comidas como un restaurante más. Y los turistas prefieren comer con los pies en la arena que salir a buscar restaurante a mediodía. La historia la cuentan dos de los principales líderes de la oferta complementaria de Mallorca, la presidenta de los restauradores, Pilar Bosch, y el de las Salas de Fiesta, Jesús Sánchez, que coinciden en el diagnóstico: la reforma turística impulsada por el exconseller Delgado para el Govern Bauzá ha abierto la puerta al desastre. Si hasta ahora los touroperadores lo tenían fácil para venderlo todo sin dejar un euro en la isla, ahora lo tienen más. Ya contaban con hoteles, compañías de transporte, aerolíneas, pero es que ahora la ley les permite hasta abrir discotecas en sus hoteles o incluso hacerse con clubes playeros con restaurante.

¿Resultado? "Lo de Portocolom es un ejemplo de lo que estamos viviendo gracias a esta Ley Turística del Govern, que nos ha hecho polvo a casi todos. Ahora todos podemos hacer de todo, y eso hace que la competencia sea excesiva y los márgenes no existan. Es una situación muy preocupante que va a acabar con muchas empresas", advierte Jesús Sánchez, que recalca que en octubre se negociará el reglamento de la ley, al que todas las ramas del turismo acuden con el cuchillo entre los dientes. "O la matizamos o no se podrá minimizar el daño que hizo Carlos Delgado. Es triste que llevemos años peleando y cada vez se permite más todo incluido desenfrenado, cuando somos un destino con una oferta complementaria muy potente".

Regularizar el alquiler turístico

A Sánchez le dan la razón los comerciantes y los restauradores. También la presidenta de las agencias de viajes de Balears, Sylvia Riera, que exige un cambio de modelo. "Urge. El turista que necesitamos es el que deje beneficios en la isla. Queremos que consuman, no que destruyan. Debemos dejar el perfil de turista de alpargata que paga dos euros por un paquete turístico con el que no gana nadie: ni deja márgenes a las aerolíneas, ni al touroperador ni a la oferta complementaria", sintetiza, antes de proponer algo que sugieren todos como solución: legalizar la oferta de apartamentos de alquiler para turistas. Argumenta Pilar Bosch: "Si según los datos de los propios hoteleros, los apartamentos alojan al 40% de los que llegan, pues que se regularizan para que paguen impuestos, que vendrán muy bien. Además es un tipo de turismo que todo se lo gasta aquí. Y no es viajero exclusivamente de sol y playa, sino que viene todo el año".

Comparte los argumentos José Tirado, presidente de los comerciantes turísticos, al que ya solo se le ocurre una solución al avance del todo incluido y la fuga de dinero de Mallorca. "La única salida es convencer al president Bauzá. Ya que Delgado dio privilegios a los hoteleros a cambio de ningún compromiso, es el momento de que el president convenza a nuestros hoteleros para que apuesten por Mallorca, por sus orígenes y acoten el ´todo incluido´ de una vez".