Pese a que Carlos Campillo indicaba en su informe que la terapia de grapas se prestaba hasta 2012 en los servicios de salud de las comunidades autónomas de Madrid y Murcia, "antes de su cancelación como parte de los recortes", aseguraba, esta afirmación no se ajusta completamente a la realidad.

Este rotativo se puso en contacto con el servicio de prensa de la consejería de Salud de la Comunidad Murciana, cuyo responsable aseguró que "nunca llegamos a tener firmado un convenio con la Fundación Kovacs. Hicimos un pilotaje en dos centros de salud de Cartagena y en otros dos de Murcia con la idea inicial de implantar esta terapia en toda la región. No obstante, los informes de estos pilotajes resultaron negativos y concluyeron que el coste de esta implantación en toda la comunidad supondría un desembolso para las arcas públicas cercano a los dos millones de euros anuales, un gasto que se consideró excesivo para los beneficios que los tratamientos de la Fundación Kovacs reportarían a la población".

En la Comunidad de Madrid fueron bastante más imprecisos y señalaron que los primeros contactos de la Fundación Kovacs con su departamento para ofrecerles su terapia de grapas datan de los años 2008 ó 2009. "Pero se les dijo que no y no hubo ningún tipo de colaboración", afirmaron en el departamento de prensa madrileño con todas las salvedades que supone haber tenido tres consejeros de sanidad, con sus respectivos equipos, en los últimos seis años.