En 2011, José Ramón Bauzá ganó las elecciones que le dieron la presidencia de Balears con 194.861 votos. Ayer, su partido cosechó 74.016 en unos comicios marcados por la confluencia en las urnas de una marea de camisetas verdes proscritas por la Junta Electoral y revolucionados por la irrupción poderosa de Podemos. El nuevo partido, fundado sobre los rescoldos del 15-M, olvidado por los grandes medios y alimentado exclusivamente a través del boca a boca y las redes sociales, se ha convertido en sus primeras elecciones en la tercera fuerza más votada de las islas.

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Sus casi 28.000 apoyos, un 10% del total, resultan clave a la hora de entender el nuevo mapa electoral. Podemos ha acaparado buena parte del oxígeno que necesitaban para seguir creciendo algunas formaciones que ayer esperaban más. La primera es Esquerra Unida, que se queda como cuarta fuerza política, multiplica por cuatro los votos de las anteriores europeas (2009), pero se estanca en los mismos votos que obtuvo hace tres años en las elecciones generales que ganó Rajoy. Algo similar le ocurre a UPyD, que parece haber tocado techo en las islas: pasan de 7.126 votos en las anteriores europeas a 18.038 en las de ayer, pero pierden apoyos respecto a las últimas generales, quizá lastrados por su discurso contundente en materia lingüística y por su apoyo a las prospecciones petroleras en aguas de Balears.

UPyD se queda así como sexta fuerza, por detrás de ERC, integrada en la lista de Europa de los Pueblos. La formación nacionalista, respaldada por Més (que pidió el voto para ellos o para opciones ecologistas de izquierdas), obtuvo casi 20.000 votos. Sus apoyos sirven para algo más: certificar el derrumbamiento del bipartidismo, herido en España y en Balears.

Bipartidismo en caída libre

Vuelvan al dato del inicio:Bauzá ha pasado en apenas tres años de 194.861 votos a los 74.000 de ayer. Cierto que unas elecciones son autonómicas y tienen mayor participación y las de ayer fueron europeas, con Balears a la cabeza de la abstención. Pero si se echa la vista atrás, el PP del trilingüismo y Bauzá pierde 40.000 votos respecto a las europeas de 2009, cuando el PP de la corrupción a raudales y el escándalo diario vivía su peor momento electoral... hasta ayer. La erosión de Bauzá y su partido es así evidente. Y coincide con la del PSOE, que no ha cambiado el paso desde hace cinco años: solo cae, de derrota en derrota y sin fondo claro. El partido de Rubalcaba y Francina Armengol sumó 106.447 votos en las elecciones autonómicas que ganó Bauzá. Ayer los socialistas se quedaron en 58.934, su peor resultado. De las anteriores europeas a estas han perdido la mitad de los respaldos. PP y PSOE se desfondan juntos. Tanto que han pasado de acaparar el 80% de votos en las generales de 2011 y en las europeas de 2009 a quedarse ayer en el 49%. Y bajando.

Mientras, el resto suben. Y con fuerza. Un dato da idea del vigor de esta nueva izquierda atomizada que le empieza a torcer el brazo a los dos grandes: la suma de las principales formaciones alternativas (Podemos, Esquerra Unida, ERC, Equoo y Partido X) supera los 81.000 sufragios. Más que los 74.000 del PP de Bauzá. El president gana las elecciones pero en su futuro se barrunta derrota: ha perdido dos de cada tres votos que le auparon al poder, y le queda un año hasta las autonómicas para recuperarlos o buscar otro horizonte laboral desde su farmacia.

La participación

La abstención se eleva al 63% en las islas

Las elecciones europeas volvieron a pinchar: la abstención ha evolucionado desde el 38% de las últimas elecciones generales (noviembre de 2011) al 63% de ayer (64% en 2009). Los ciudadanos de las islas (Balears y Canarias) fueron los que menos acudieron a las urnas. Y en la abstención sufrieron los dos grandes partidos. El PP pasa así de un 43% de votos en las europeas de 2009 al 27% de ayer, mientras el PSOE baja del 38% al 22%.