Si realmente vamos por el buen camino y hemos pasado la crisis, ahora ya toca que se anulen las medidas "excepcionales" que se adquirieron cuando España naufragaba y se recupere todo lo recortado. Así lo pidió ayer Llorenç Huguet, rector de la Universitat de les Illes Baleas, y todos los rectores españoles, en un manifiesto conjunto que cada uno leyó desde su campus a la misma hora. No son pocos los ajustes que denuncian ha sufrido la educación universitaria y que ahora consideran que deberían revertirse: la subida de las tasas, el cambio del sistema de becas, el tijeretazo a la investigación.

Casi un centenar de miembros de la comunidad universitaria se reunieron ayer frente al edificio de Son Lledó para escuchar el manifiesto de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). El texto comienza recordando que hace ya dos años de aquel decreto de "medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo"; unos ajustes que afectaron al estudio, la actividad docente y la investigación y que "se justificaron por la coyuntura económica del momento". Los rectores solicitan, "ante las afirmaciones de una perspectiva de mejora económica en España", la supresión de las medidas "que vayan más allá de un ahorro racional y una gestión eficiente y austera".

Entre estas medidas, la CRUE consideran "especialmente dolorosas y difícilmente justificables, por su mínimo impacto económico, las medidas que afectan a los jóvenes", como por ejemplo, el incremento de los precios públicos de grado y master; un encarecimiento que creen "afecta a las posibilidades formativas de los jóvenes en un momento especialmente negativo para la ocupación". Los precios, defienden, "han de ser asequibles y razonables". Denuncian además que el acceso a la profesión académica "está cerrado para ellos" ante la reducción al mínimo de la tasa de reposición; algo que también afecta al profesorado que ve recortadas sus perspectivas profesionales. Critican también el cambio en el reparto de becas, que pasan a considerarse como una ayuda y no como un derecho y cuyos requisitos se han endurecido. En cuanto a investigación, auguran que la bajada de presupuesto tendrán ya "consecuencias irreparables".

Sostienen la necesidad de revertir estos ajustes y emprender la modernización de la universidad.