El núcleo fundacional y regionalista del PP balear vibró ayer con un discurso breve pero muy duro de Gabriel Cañellas, el padre del partido, que se alineó públicamente con el alcalde de Palma, Mateo Isern, y censuró el modo de conducir la formación del actual líder, José Ramón Bauzá, y su estrecho círculo de personas que le influyen: el vicepresidente del Govern, Antonio Gómez, y los dos jefes de gabinete, Javier Fons y Martí Juaneda.

Fue en un almuerzo en el restaurante Arco Iris de Muro, en el encuentro anual de ‘populares’ que organiza el veterano exalcalde de Muro Nofre Plomer, y donde ayer afloró el malestar latente en las numerosas ‘familias’ que se reencontraron amistosamente e hicieron sentir incómodo a más de un novel aupado por Bauzá en esta desconcertante etapa para muchos ‘populares’. Cañellas alzó la voz en público para criticar la gestión de la cúpula -principalmente por arrinconar a los históricos y a la part forana del partido-, pero en voz baja le siguieron numerosos alcaldes, exconsellers y la vieja guardia del PP. Hasta cuatro comensales coinciden en resumir que “fue algo insólito, todo el mundo despotricando del presidente en las mesas y los corrillos; muy fuerte”. Algunos incluso protestaron porque Bauzá llegó tarde a la cita.

“Isern, no tires la toalla”

La comida sirvió también para evidenciar el respaldo mayoritario de los asistentes -un centenar- al alcalde de Palma, después de que haya trascendido que Mateo Isern ha caído en desgracia en el ConsolatMateo Isern ha caído en desgracia en el Consolat, donde provoca envidias y recelos básicamente por la empatía que genera frente al rechazo que provoca la figura de Bauzá en amplios sectores sociales. En petit comité Isern se lamentaba y repetía: “Yo no tengo ningún problema con el presidente, mi lealtad es total, pero es que ya no sé qué más puedo hacer para que se fíen de mí [los del Consolat]”. Son incontables los apoyos que recibió el alcalde, con comentarios como “no tires la toalla” o “tú no te muevas”. Hasta su antecesor Joan Fageda le aleccionó: “¡Mateu, un líder tiene que saber ser un líder! ¡Tú no aflojes!”.

Mateo Isern se confesaba en las mesas: “Mi lealtad al presidente es total, yo ya

no sé que más puedo hacer”

Pero el mayor espaldarazo para Isern, que ayer cumplía 55 años, le vino de Cañellas. Precavidos, varios alcaldes de los llamados ‘críticos’ -Biel Tauler (Felanitx), Joan Simonet (Alaró), Sebastià Sagreras (Campos), Rafa Torres (Inca) y Biel Serra (sa Pobla), entre otros- habían reservado una silla en su mesa para su colega palmesano.

Sin embargo, nada más llegar Isern, fiel a su apodo de l’amo, Cañellas se apresuró a ir en su busca, le agarró del brazo y le espetó: “¡No, no, no, tú te vienes conmigo!". Y se lo llevó a la mesa presidencial, donde más tarde forzaría que se saludaran delante de todos el alcalde y Bauzá; el gesto fue muy aplaudido, aunque el presidente e Isern no pudieron disimular su completa falta de sintonía.

Terminada la comida, tomó la palabra Cañellas, y con su estilo irónico, se refirió a un artículo de DIARIO de MALLORCA de ayer, “que decía que como hoy yo vendría aquí, habría morbo, pero que yo sepa, he venido solo y he dejado al morbo”, dijo provocando las risas al personal. Siguiendo con su intervención, Cañellas se dirigió a Isern y le dijo: “Mateu, molts d’anys!” El público entendió que le felicitaba por su aniversario, pero el expresidente, astuto, apostilló con toda la intención: “¡me refiero como alcalde!”. Estalló una ovación.

Esgrimiendo la auctoritas que aún conserva en el PP -ayer se le siguió llamando president-, Cañellas celebró la confluencia en el almuerzo de veteranos del PP balear con la nueva generación que ocupa cargos en las instituciones, pero recriminó: “Aquí están los jóvenes, una fornada que no escucha a nadie, la gente de ahora que se cree que todo lo sabe”. A nadie se le escapó qe se refería entre líneas a la actual cúpula del partido en especial, y por extensión al nuevo perfil de diputados y altos cargos colocados por Bauzá.

Bauzá quedó descolocado por el duro discurso de Cañellas, y cuando le tocaba hablar cedió su turno por sorpresa a Estaràs

Entonces, para lamentar lo que ocurre actualmente en el partido, Cañellas recurrió a una anécdota familiar e hizo un símil. Explicó que cuando su hijo era pequeño, le colgó en su habitación un póster con un relato elogioso de la figura del padre. Lo que sigue es una reconstrucción aproximada del relato con moraleja de Cañellas: “A los cuatro años, el hijo tiene al padre como un ídolo, su padre es el mejor, porque lo sabe todo. Con el paso de los años, el hijo adolescente ve al padre como alguien que no se entera de nada... un emprenyo; solo cuando el padre tiene 50 años y es mayor, el hijo empieza a valorarle; y cuando el padre muere y ya no lo tiene, entonces el hijo se percata de cómo le necesita, y que era un sabio, pero ya es tarde”. Contundente, Cañellas cortó en seco: “A buen entendedor, pocas palabras bastan”.

“Todos le entendimos perfectamente”, señala un alcalde, recalcando que “mira que Cañellas siempre suele hablar claro, pero como hoy, nunca”. El expresidente recibió innumerables elogios.

El anfitrión Plomer dio la palabra entonces a Bauzá, pero éste, “muy nervioso” y “descolocado” -coinciden las fuentes- ante la sorpresa general cedió su turno a Rosa Estaràs, “como expresidenta del PP”, que también se sentaba en la mesa principal. La eurodiputada improvisó unas palabras sobre su trayectoria en el partido, con los expresidentes Cañellas, Tòfol Soler, Matas... y se refirió a todo el PP como su “otra gran familia, aparte de la personal”. Estaràs también invitó a todos a invertir los esfuerzos en la próxima campaña de las europeas, y devolvió la palabra al líder. “Fue hábil y supo torear el marrón”, señalan las fuentes.

Bauzá hizo algunas bromas, y, todavía visiblemente no recuperado del desconcierto, evitó aludir a la guerra abierta con Isern más que indirectamente, al restar importancia a la prensa, y arengar a los presentes a “pasar de lo que digan los periodistas e ir a lo nuestro, que es que hablen de nosotros”, sentenció el presidente del Govern, que solo aludió a Cañellas aseverando que “hay que escuchar a todas las edades”. Finalizó con las prospecciones petrolíferas, su tema recurrente.

Tensión contenida

En el ambiente reinaba la tensión entre los dos ‘pepés’, “el de toda la vida” -con históricos como Andreu Riera de Felanitx, el propio Cañellas o Plomer-, con los exconsellers del Govern Matas -Fiol, Flaquer, Castillo, Rodríguez...-, junto al nuevo PP de Bauzá, con muchos desconocidos para la ‘vieja escuela’, que ayer reinaba en su feudo.

Aunque asistió el Govern al completo, había dirigentes locales y algún alcalde que no conocían a todos los consellers: “¿Aquél de la barba es el de Turismo?”, decían por Jaime Martínez. Pero la estrella fue la titular de Educación, Juana María Camps: “y la de allí es la consellera Trepitja”, apuntaba alguno con el dedo. Discretamente, claro.