Mucha gente se pregunta por qué si Manos Limpias es una entidad de derechas, o de extrema derecha, persigue tanto a la Familia Real en el caso Nóos. El pseudosindicato de funcionarios ha pedido la imputación de la infanta Cristina, piensa solicitar una elevadísima condena para su marido y no reclama encausar al Rey, porque es inviolable e irresponsable.

La ideología conservadora suele asociarse a la monarquía, mientras que los pensamientos de izquierdas se vinculan a la república. En este caso Manos Limpias actúa casi como una entidad antisistema porque, además de acusar a la infanta Cristina, critica el supuesto apoyo que la Familia Real y la Casa Real brindó a los negocios de Iñaki Urdangarin.

Muy a su pesar Virginia López Negrete se ha visto desbancada del papel de látigo de los duques de Palma y ahora tiene pareja: Frente Cívico de Julio Anguita. Los extremos se tocan en el caso Nóos.

A partir de ahora la acusación popular se llamará Manos Cívicas, Frente Limpio, Civismo y Limpieza o Manos en la Frente. No va a ser un baile fácil entre las dos acusaciones, que ya se han tirado los trastos a la cabeza nada más conocerse.

El caso Nóos empezó hace 4 años. Hora es de acabar su instrucción y decidir si los duques de Palma o Iñaki Urdangarin en solitario se sientan en el banquillo.

Manos Limpias-Frente Cívico, pese a sus luchas intestinas, está llamada a tener un papel capital en esta historia: va a ser la única parte en pedir que la infanta doña Cristina comparta banco con su marido ante la Audiencia. Habrá que ver si su deseo se convierte en realidad o se diluye como la niebla.