El sindicato nacional de controladores aéreos, USCA, celebró ayer el auto de la magistrada Ana María Camesselles que archiva la causa abierta contra 22 controlados de la torre de control de Son Sant Joan por el cierre aéreo de 2010. Con este auto del juzgado de instrucción número 1 de Palma, ya acumulan 21 autos de sobreseimiento en todo el país.

El abogado mallorquín, José Zaforteza Rey, que forma parte de los servicios jurídicos del sindicato junto a los bufetes de Chooclán-Montalvo y BCN Iuris, subrayó ayer que este sobreseimiento se une a los recientemente acordados por los juzgados de Bilbao y Santiago de Compostela. Zaforteza indicó que aunque la juez señala que el comportamiento de los controladores fue "no correcto" la clave es que también admite que "no abandonaron su puesto" y no cometieron ninguna actitud ilícita penal durante los días 3 y 4 de diciembre de 2010. El letrado razona que quien cerró el tráfico aéreo no fueron los controladores, sino Madrid.

El auto dado a conocer ayer en Palma se suma a los 20 autos de sobreseimientos ya dictados en distintos juzgados y a los decretos de las fiscalías provinciales que avalaron el archivo de diligencias de investigación, como ha ocurrido en Valencia, Burgos, Álava, Cantabria, Asturias, Alicante, Andalucía, Vigo, Reus, Sevilla, Santiago de Compostela, Granadilla de Abona (Canarias), San Cristóbal de la Laguna, El Prat de Llobregat, Málaga, Sabadell, Bilbao, Santiago de Compostela y Santa Coloma de Farners (Girona).

Los servicios jurídicos se mostraron ayer especialmente satisfechos con la naturaleza libre del sobreseimiento acordado, lo que implica que el auto tenga "efectos de cosa juzgada material", es decir, que lo que equipara a una sentencia absolutoria e impide que la causa pueda reabrirse posteriormente. Eso sí, el abogado Zaforteza Rey matiza que el auto se puede recurrir, como ya ha anunciado que en principio tiene pensado hacer la Federación Hotelera de Mallorca (FEHM), quién llevó a los controladores a los juzgados por los graves perjuicios que supuso para los establecimientos hoteleros de las islas el cierre del tráfico aéreo y el conflicto generado aquellos días, según confirmó ayer a este diario la gerente de FEHM, Inmaculada de Benito.

Analizan el camino a seguir

Los afectados que también se personaron en la causa también tienen la opción de recurrir, aunque como señala Alfonso Rodríguez, portavoz en Balears de la federación de asociaciones de consumidores FACUA, en estos casos en lo que los procesos se alargan tanto lo más usual es que el consumidor acabe tirando la toalla. Rodríguez explicó que en su día remitieron muchas reclamaciones a Consumo y a AENA, que activaron un proceso especial. Hoy contabilizarán cuantos expedientes tienen abiertos por este tema y se plantearán qué camino siguen. "Fuimos a reclamar a las compañías y nos dijeron que no era responsabilidad suya y por eso denunciamos a los controladores, y ahora tras este auto tenemos que ver qué podemos hacer para seguir reclamando", apuntó este representante de los consumidores.

Rodríguez lamentó que cuatro años después ninguno de los pasajeros perjudicados haya recibido absolutamente ninguna compensación. Desde FACUA sostienen que los controladores son responsables de la situación y el caos que se generó y que AENA es responsable civil subsidiaria. Su portavoz en Balears concluyó que al final "independientemente de quien sea la culpa, al final siempre pagamos los mismos: los consumidores".