La oposición acusó ayer en el pleno del Parlament a la consellera de Educación, Joana María Camps, de "prevaricar" a causa de la apertura de expedientes disciplinarios a directores de centros educativos contrarios al TIL. Las críticas a Camps se repitieron durante varias preguntas formuladas por diputados del PSOE y Més. Nel Martí, de Més, fue el más contundente al afirmar que estos expedientes son un "acto de prevaricación" y una "caza de brujas". El diputado preguntó a Camps por el "clima de crispación y persecución" que viven los equipos directivos de los centros y los docentes a causa, entre otras cuestiones, de las "constantes e injustificadas denuncias y expedientes contra su labor". La socialista Conxa Obrador se expresó en el mismo sentido y acusó a Camps de haber convertido la conselleria de Educación en una "comisaría".

Camps replicó afirmando que los responsables de la "crispación" son los partidos de la oposición con su "discurso fanático". Añadió que la conselleria "no cerrará los ojos" ante las denuncias de vulneración de los derechos de los alumnos y que "nadie tiene que tener inmunidad" si incumple la Ley. Además, después de que la socialista Cristina Rita pusiera ejemplos de centros en los que ha aumentado los suspensos en las asignaturas impartidas en inglés, afirmó que esos datos no son "científicos" y dijo que el Govern empezará a hacer pruebas en tercero de primaria para ver los resultados. Desde la Conselleria se aclaró después que Camps se refería a pruebas que vienen establecidas por la Lomce.