Cada noviembre se produce un fenómeno decisivo para explicar las cifras de paro registrado y lo poco que tienen que ver con las de la Encuesta de Población Activa (EPA, considerada más fiable en Europa), en las que suelen aparecer 40.000 parados más de los que cuentan el Gobierno y el Govern (con el PP hoy y con el PSOE antes). La incongruencia parte de que en noviembre había en las islas 354.236 personas trabajando, que son 62.271 empleados menos que en octubre. Pese a ello, el paro apenas creció en 9.012 personas. ¿Y las 53.000 restantes? El Govern lo atribuye a una distorsión derivada de comparar un dato medio (cotizantes) con el del último día del mes (paro). Pero no cuadra: con esa explicación, en todo caso, se justificaría un desfase aún mayor, ya que el último día de mes la cifra de cotizantes de noviembre es más baja que la media. ¿A qué responde pues que con 62.271 trabajadores menos haya 9.012 parados más? En UGT lo aclaran: cada noviembre dejan de trabajar 50.000 fijos discontinuos que no se cuentan como parados. Si se hiciera, Balears no tendría los 91.000 parados oficiales, sino 140.000 (como dice la EPA).