Los programas de cualificación profesional inicial (PQPI) ofrecen una puerta alternativa para sacarse el título de Educación Secundaria Obligatoria a aquellos alumnos que se habían visto con dificultades en los canales ordinarios. La nueva FP Básica cierra esa puerta y el único camino posible para llegar a obtener la titulación de educación obligatoria es pasar la reválida de Secundaria. Esta prueba sí tiene efectos académicos, a diferencia de las que se harán en 3º y 6º de Primaria. En cualquier caso, los contenidos vendrán marcados por el ministerio de Educación. La duda es entonces qué pasará con los estudiantes que suspendan la reválida (ya vengan de cursar Secundaria o de la FP básica). Según la LOMCE, un estudiante puede presentarse a esta prueba todas las veces que haga falta, pero sólo habrá dos convocatorias al año con lo que cabe preguntarse qué harán los estudiantes mientras esperan. El director Antoni Quintana señala que ahí hay un riesgo y considera que sí es necesario hacer una evaluación de las competencias al final de la etapa, pero que sería mejor tener en cuenta la media y la evolución del estudiante porque cree que "una prueba discriminatoria a esta edad es demasiado contundente". Por otro lado, el investigador de la Universitat Jaume Sureda cree que se ha de ir "muy al tanto" con este tipo de cosas y que se ha de preparar un camino, una respuesta, para estos alumnos que no aprueben la reválida: "No nos podemos permitir el lujo de tirar estudiantes a la basura", apunta.