El exvicepresidente del Consell de Mallorca Miquel Nadal ha admitido ante el tribunal el cobro de un cohecho por amañar el concurso del solar Can Domenge de Palma y la expresidenta Maria Antònia Munar ha negado haber percibido dinero para ella o para Unió Mallorquina (UM) por esta licitación.

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"Niego rotundamente que haya habido reparto de comisiones. A mí el señor Vicens no me ha dado dinero ni para el partido ni para mí", ha afirmado Munar en el juicio que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia de Palma sobre la confesión realizada ayer por el exconseller de Territorio Bartomeu Vicens.

Munar ha dicho que no participó en la decisión de vender el solar de Can Domenge, ni en fijar un precio máximo, ni en la elaboración del concurso -"porque las presidentas no se dedican a hacer el pliego de condiciones", ha apuntado- y ha asegurado que cuando empezó toda la tramitación ella no sabía ni cómo se llamaba aquel terreno.

Ha subrayado que no adoptó ninguna decisión salvo alargar el plazo para la presentación de candidaturas al concurso y ha defendido que el proyecto era legal. "Yo creo que todo el expediente es correcto", ha recalcado Munar, que ha dicho que delegó la tramitación en Nadal.

Por su parte, el exvicepresidente ha admitido ante el tribunal que las bases del concurso se hicieron a medida para Sacresa, con un trasiego de información privilegiada entre el Consell de Mallorca y la promotora del que Munar no estaba informada, según ha dicho.

Ha detallado que el cobro del cohecho se planteó en el momento de la adjudicación.

Nadal, que entregó una confesión en la que admitió que cobró dinero para financiar la campaña de UM al Ayuntamiento de Palma a cambio de amañar el concurso, ha dicho varias veces que sobre esa cuestión solo declarará ante el juzgado de instrucción que investigue el delito de cohecho.

Uno de los testigos que ha declarado, el ex director general de Deportes de Baleares José Luis 'Pepote' Ballester, ha ilustrado la relevancia de la operación de Can Domenge, al relatar que cuando el expresidente del Govern balear Jaume Matas se enteró del tamaño del terreno que quedaba en manos del Consell de Mallorca, se llevó las manos a la cabeza.

Ballester ha explicado que todo el proceso comenzó cuando Matas le encargó buscar un solar para construir el Palma Arena y eligió unos terrenos que eran propiedad del Consell.

Después de que el Consell cediera al Govern la superficie necesaria para el velódromo, el resto de la edificabilidad se trasladó al solar de Can Domenge lo que permitió planear su venta para construir viviendas.

Dos directivos de Sacresa que han declarado como testigos han confirmado que la promotora trabajó en el concurso con información privilegiada, obtenida con meses de antelación.

El ex director general de la compañía Mario Sanz ha precisado que Sacresa empezó a recibir información antes del verano de 2005. El concurso no se publicó hasta enero de 2006.