El Rey tiene ya a su disposición en Portopí el nuevo Fortuna, que le han regalado los principales empresarios y el Govern de Balears. Ayer se formalizó el acto de donación del yate, que cuesta más de 3.000 millones de pesetas, a Patrimonio Nacional, que a su vez lo cede al monarca para su uso exclusivo. Los artífices del presente se deshicieron en elogios hacia la embarcación después de haberla recorrido durante casi una hora. "Es espectacular", declaró uno de ellos, Sebastián Escarrer, responsable de la cadena Sol Meliá.

Los empresarios, que crearon con este fin la llamada Fundación Turística y Cultural, pretenden agradecer a la Familia Real la promoción que sus estancias veraniegas suponen para el archipiélago. Hay una treintena de patronos, que, según los escasos datos hechos pú blicos sobre la operación, aportan una media de cien millones de pesetas cada uno. Cabe destacar que el Ejecutivo autonómico, a través de los Fomentos de Turismo, ha participado en el proyecto con 461 millones Al acto de ayer no asistió el president Francesc Antich, que se encontraba en Madrid, ni el conseller de Turismo, Celestí Alomar, que viajaba a Eivissa. Sus representantes fueron la titular de Sanidad, Aina Salom, el director general de coordinación Turística, Josep Pérez de Mendiola, y la responsable del Ibatur, Tiffany Blackman.

Aunque algunos, como el delegado de La caixa en Balears, Francisco Conrado de Villalonga, fueron en su propio coche, la mayoría de los empresarios se citaron en el Club Náutico de Palma a las once y media de la mañana. Desde allí, un autobús les condujo hasta la base naval de Portopí, en un viaje que transportaba la crème de la crème del capital de las islas. Estaban Carmen Matutes, hija del que fuera ministro de Asuntos Exteriores y presidenta de la Fundación; Gabriel y Sebastián Barceló, de las empresas del mismo apellido; Jordi Rosselló, presidente del grupo Roxa; y Juan José Hidalgo, de Globalia, entre un grupo de una cincuenta personas, ya que muchos iban acompañados de sus parejas.

Después de recorrer el yate, Matutes firmó con el presidente de Patrimonio Nacional, Álvaro Fernández-Villaverde, la cesión de la embarcación, que estará al servicio de la Familia Real. Será esta entidad la que se encargue de su mantenimiento, al igual que ocurría con el anterior Fortuna. Acabado el acto, los miembros de la Fundación regresaron al Club Náutico, donde celebraron una comida.