En su caída, Orizonia ha dejado una deuda a proveedores que ronda los 120 millones de euros, la mayoría a hoteleros de diferente tamaño, según explicaron fuentes de la compañía. Entre los grandes, destacan los pagos pendientes a Iberostar (nueve millones de euros). En un segundo plano se sitúan Meliá y Hotelbeds (TUI), con cantidades que se acercan a los cuatro millones. Los compromisos con RIU se aproximan a tres millones.