La protección del territorio y del patrimonio natural y la modernización y adaptación de la oferta complementaria son medidas que los ciudadanos de Balears consideran como los aspectos más prioritarios para mejorar el producto turístico, según se deduce de la encuesta realizada por Gadeso durante el mes de enero a través de 900 entrevistas con ciudadanos de las islas.

Así, la protección del territorio se coloca a la cabeza de las cuestiones que los consultados ven fundamental para mejorar la calidad y competitividad del sector turístico, al entender que su importancia no se ciñe sólo al valor paisajístico y ecológico, sino que se trata de un componente básico del producto turístico de las islas. Un 69 por ciento coloca este asunto en el primer puesto entre las medidas que deben adoptarse, una opinión más numerosa en Mallorca (el 71 por ciento) y Menorca (73 por ciento) que en las Pitiuses (59 por ciento), en donde el 61 por ciento sitúa en el primer puesto de las prioridades la reconversión hotelera.

Tras la protección del territorio, los encuestados consideran que la segunda medida en importancia es la de modernizar y adaptar la oferta complementaria entendida en su sentido más amplio, es decir, incluyendo sectores como la restauración, el comercio, el ocio, el transporte o el deporte, cuestiones que resalta el 55 por ciento de los encuestados.

La mejora de la conectividad con los mercados emisores de turismo se coloca como el tercer aspecto prioritario, ya que así lo consideran el 49 por ciento de los consultados. No obstante, esta posición se debe a la preocupación que existe por este asunto en Menorca y las Pitüses. Así, mientras que en Mallorca sólo lo ven fundamental el 37 por ciento, esta es la medida más importante para el 80 por ciento de los menorquines y para el 55 por ciento de los residentes en Eivissa y Formentera que participaron en el sondeo de Gadeso.

La reconversión de la planta hotelera (43 por ciento) y de las zonas turísticas maduras (42 por ciento) también son medidas importantes para los ciudadanos que apuestan asimismo, aunque con menor intensidad, por la diversificación del producto turístico balear (28 por ciento).

No obstante, al igual que ocurre con la conectividad las opiniones sobre cuáles son las medidas más importantes difieren en cada isla. Así, por ejemplo, son los mallorquines los que colocan con más contundencia la protección territorial y del patrimonio cultural como principal prioridad, a la vez que Mallorca es la isla en la que este aspecto recibe una calificación más baja en lo que se refiere a la situación en la que se encuentra, con una nota del 4,5 frente al 5,8 que obtiene este apartado en Menorca y el 5,1 en las Pitiuses.

Los mallorquines tampoco tienen buena opinión del estado en el que se encuentran la oferta complementaria y la planta de alojamiento de la isla, que son calificadas con un 4,2 y un 4,8 respectivamente. Más positivas son las notas que obtienen las infraestructuras, con un 6, y la conectividad aérea y marítima, con un 5,6, lo que no significa que no haya aspectos mejorables.

En Menorca resalta el claro suspenso con el que los encuestados califican la conectividad aérea y marítima de las islas, a la que puntúan con un 3,4 mientras que, en comparación con Mallorca, los encuestados muestran una relativa satisfacción con el nivel de preservación del territorio y del patrimonio cultural de la isla, que califican con un 5,8.

En las Pitiüses, al contrario que en Mallorca y Menorca, destaca la relativamente buena puntuación de la oferta complementaria, en especial en Eivissa, con un 5,8. La planta de alojamiento es el aspecto que recibe peor puntuación, un 4,8, entre los encuestados de las piulases, que colocan la mejora de este aspecto como la segunda prioridad.