El caso de Bachillerato es el más sangrante, pero lo cierto es que la asignatura de Religión Católica pierde alumnos año tras año en todos los cursos. En Secundaria, esta materia ha perdido en cuatro años alrededor de un 70% de estudiantes, al pasar de los 6.594 registrados en 2009 a los 1.906 del curso pasado. En los otros tramos educativos se mantienen las mejores cifras: en Infantil, el curso pasado, 5.619 críos hicieron Religión; en Primaria, llegaron a 15.361. La Conferencia Episcopal ve descender el número de alumnos en todas las comunidades y en abril de este año ya emitió un comunicado instando a estar alerta "a todos los responsables de la educación de la juventud". El obispo Jesús Murgui inició una campaña entonces animando a los chavales a apuntarse, bajo el eslogan Love Revolution.