El ministro José Ignacio Wert desveló ayer algunos puntos de la la reforma educativa que está preparando el Partido Popular para ir aplicando progresivamente a partir del curso 2012-13. Entre otras cosas, el responsable de Educación apuntó que para lograr el título de Secundaria será obligatorio aprobar todas las asignaturas. Hasta ahora, según la legislación vigente, los chavales podían pasar con hasta tres asignaturas suspendidas, algo que a Wert le parece "un agujero".

Este anuncio tiene especial importancia en Balears, al ser la comunidad con la tasa de abandono escolar temprano más alta de España y de Europa (junto con Malta). Y es que alrededor de cuatro de cada diez estudiantes baleares no acaban sus estudios de Secundaria. Fijándose en los datos del ministerio de Educación disponibles desde 2008 hasta 2010 se aprecia que esta tasa había disminuido alrededor de 6 puntos porcentuales, tendencia que también se ha registrado a nivel nacional y que los expertos achacan a la crisis y a lo difícil que lo tienen estos jóvenes ahora para encontrar un trabajo.

Padres, profesores y directores rechazan la propuesta de Wert por varias razones, empezando por un previsible e inevitable aumento de estas tasas de fracaso y abandono. Otra posible consecuencia negativa señalada por algunos es que los claustros tendrán más manga ancha y que simplemente se bajará el listón para conseguir el aprobado.

Fernando Martín, presidente de la confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (COAPA), critica que se pretenda llevar a cabo un aumento de la exigencia justo en el momento en que se están quitando los recursos para acabar con el fracaso escolar. Martín lamenta además que esto provocará un incremento de la tasa de repetición, que en Balears ya es muy alta y que, según han demostrado varios estudios, "no tiene sentido".

El presidente de COAPA lamenta que con este tipo de anuncios el ministro demuestra "su alejamiento del mundo educativo" al entenderlo como "una carrera de los alumnos buenos contra los malos". Según él, Wert piensa en términos desfasados, propiciando que una minoría vaya a la universidad relegando a muchos a quedarse sin titulación.

Gabriel Caldentey, secretario general del STEI-i, también prevé un aumento de la tasa de abandono, y considera que el ministro potencia un "sistema elitista", olvidándose de la importancia de la equidad en la escuela. "Para exigir más primero tienen que poner medidas para garantizar la igualdad de condiciones", asevera Caldentey, que también advierte que crecerá el número de repetidores, algo que "la OCDE ya ha demostrado que es ineficaz". Con todo, el anuncio de Wert le parece "completamente irracional".

Desde CCOO creen que tendrá lugar un crecimiento "salvaje" del fracaso escolar. Recuerdan que el objetivo de la LOGSE es que los niños salgan del sistema educativo "capacitados para la vida" y de ahí la importancia de medir las competencias básicas y no tanto de contar aprobados y suspensos. Recuerdan además que mientras se hace este anuncio de mayor exigencia, se acaban de eliminar programas contra el fracaso, como el PISE y el CAPI, recientemente cancelados por el Govern.

"En Europa se hace una valoración global para dar el título, no se mira materia por materia", apunta Manel Perelló, subdirector de la Asociación de Directores de Mallorca, "no tiene sentido". Perelló cree que España "no está en situación de ponerse exigente con el título" y cree que el debate debería ser otro y que la prioridad actual es "flexibilizar el sistema".

Respecto a la flexibilización, el ministro parece que va en la dirección contraria ya que cree necesario un mayor peso de las asignaturas troncales frente al "excesivo grado" actual de elección de materias optativas. Wert dejó caer que seguramente se revisarán los planes de estudios porque hasta ahora se trataba "de que hubiera muchas opciones para que el alumno pudiera elegir lo que le resultara más fácil o más grato".