De rapado y con chupa, a barbudo con el Corán

Con mucha sorpresa acogió ayer el municipio de Capdepera la detención de su vecino, José Ernesto F.M., por el grupo de operaciones de la Guardia Civil, acusado de presunta colaboración con Al Qaeda. El tema de conversación en la mañana del mercado semanal en la localidad y en muchas tertulias de bares era la noticia de este arresto, que tuvo lugar el martes en el núcleo turístico de Cala Rajada.

En el céntrico bar de Can Patilla algunos parroquianos narraban cómo el presunto yihadista, de origen cubano, fue detenido según algunos testigos por agentes con pasamontañas en el domicilio de su madre, en la calle sa Serreta. En las calles del pueblo el comentario de la jornada era unánime, "sorpresa" era la palabra más empleada.

"Estoy muy sorprendida, estos hechos son difíciles de controlar, en cualquier momento puede surgir un caso así, esperemos que no vaya a más y todo se quede en la detención", explicaba una vecina en plena compra, mientras que otra interlocutora, aseguraba "tener miedo, primero fue lo de ETA en Palma y ahora está aquí, la verdad es que tengo miedo", insistía.

Quienes no se lo acababan de creer eran los vecinos de la misma calle donde vivía José Ernesto, la mayoría reacios a opinar sobre lo sucedido. Algunos que le conocían explicaban que el acusado de pertenecer a la organización terrorista acudía a los comercios locales a comprar a menudo y era muy conocido. Todos los consultados coincidieron en destacar lo normal que era J. E. F. M.

Una de las residentes que conoce al arrestado no podía creerse su simpatía con Al Qaeda. Esta vecina explicaba que el presunto yihadista "últimamente se paseaba con una túnica y se había dejado crecer la barba". Al preguntarle por su aspecto, José Ernesto le respondió que su religión así lo mandaba.

La vecina añade que el arrestado se paseaba con un Corán en la mano, aunque afirma que para ella podría tratarse de una moda temporal, y recordaba cómo hace unos años el detenido era un joven más que "se paseaba con la cabeza rapada y chupa de piel, mientras que últimamente había cambiado su vestimenta al estilo árabe".

Silverio López es uno de los vecinos de José Ernesto. Lleva diez años viviendo en el mismo edificio y, según explicó, se lo ha encontrado pocas veces, no lo conocía mucho, si bien "era una persona normal y nada problemática".

Por su parte, otro de los que se mostraron ayer sorprendidos por la noticia fue el alcalde de Capdepera, Rafael Fernández, quien manifestó haberse enterado de la detención el mismo martes por los medios de comunicación. Fernández realizó sendas llamadas al inspector de la Policía local y al Delegado del Gobierno para poder obtener más información, aunque aseguró no tener más que la versión que ha salido en los medios, esperando más noticias por parte del ministerio del Interior. El edil no quiso valorar la situación a la espera de conocer más sobre los hechos, si bien tildó de preocupante lo ocurrido.

Proceso de radicalización

Según el ministerio del Interior, el detenido había experimentado un proceso de radicalización en los últimos años y había llegado a colgar en internet hasta 1.120 vídeos radicales, en su mayoría producidos por él mismo. Defensor a ultranza de las tesis y los fines de la yihad global propugnados por Al Qaeda, el ciudadano cubano desarrollaba a través de internet una labor de adoctrinamiento radical sobre otros individuos, señaló Interior.

En el registro de su domicilio en Cala Rajada fue intervenido diverso material informático.