Apenas media hora después de concluir su declaración ante el Tribunal Superior, Maria Antònia Munar comparecía fugazmente ante la prensa en la sede del Parlament para dejar constancia de los apoyos recibidos a su paso por "la pena del telediario" y su intención de seguir trabajando en "resolver los verdaderos problemas de los ciudadanos". Después, desapareció sin dar opción a las preguntas de los numerosos periodistas congregados ante el despacho de la presidenta del legislativo.

"El hecho de tener responsabilidades implica en algunos momentos poder tener problemas", dijo escuetamente Munar. Si "un ciudadano presenta una querella" contra un cargo público –en referencia a la empresa Nuñez i Navarro– y los juzgados la aceptan a trámite, el político será condenado a "la pena del telediario" con independencia de su inocencia o culpabilidad, reflexionó, en referencia al rechazo público que generan los políticos acusados de corrupción al ser expuesta su imagen por los medios de comunicación.

En este contexto, Munar agradeció el respaldo a los miembros de las diferentes ejecutivas de UM que la han hecho sentirse "apoyada". Según la presidenta honoraria del partido regionalista, "ha valido la pena trabajar por Mallorca", sabiéndose "compensada con el respaldo" de los suyos. Y extendió los agradecimientos a sus socios de gobierno, tanto a los actuales del Pacto como a los anteriores del PP, obviando que los jóvenes de Esquerra Unida se encontraban entre los que la increparon a su llegada a la sede del TSJB.

En sede parlamentaria

Munar consideró justificado el hecho de utilizar la sede parlamentaria para dirigirse a los medios, pese a que su imputación en el caso Can Domenge no se debe a su actividad como presidenta de la cámara en esta legislatura.

"Continuaré trabajando en lo verdaderamente importante", que es "resolver los auténticos problemas de los ciudadanos", con especial atención a la aprobación de los presupuestos generales de la comunidad autónoma para 2010 y el problema del paro, porque "es hora de trabajar" en "positivo", manifestó.

Munar también se había desplazado hasta la sede del Tribunal Superior en el coche oficial de que dispone como presidenta de la Cámara balear, a pesar de los hechos por los que se la imputa se remontan a su última etapa al frente del Consell de Mallorca, durante la pasada legislatura, cuando gobernaba dicha institución con los votos del PP.