Pepote Ballester llevaba casi tres días encerrado en los calabozos de Jefatura cuando en la noche del viernes fue llamado a declarar. No había tenido contacto con el exterior desde que el miércoles la Policía le detuvo en su casa. Quien había sido elegido directamente por Jaume Matas para ocupar el cargo de director general d´Esports, a pesar de su nula experiencia en gestión deportiva, utilizó un tono muy alto cuando se dirigió a los policías que les iban a tomar declaración y dijo que aquellas no eran formas de tratar a un político. Señaló además que todos los detenidos tendrían que solicitar un habeas corpus al juzgado para evitar pasar el mal trago policial. Poco le duró este enfado, al darse cuenta que de nada le iban a servir estas quejas. Se sentó y estuvo contestando a las preguntas que le formularon los policías y los fiscales Anticorrupción, un interrogatorio que se prolongó durante seis horas. En ningún momento perdió la compostura y fue contestando a todas las preguntas, sin rechazar ninguna. Le asistió el abogado Ángel Aragón. Ayer, ya ante el juez, también le asistió el letrado Joan Piña. En todo momento negó que se hubiera enriquecido con el proyecto del Palma Arena. Pepote Ballester bajó ayer del furgón policial minutos antes de las nueve de la mañana precedido por el ingeniero de la UTE constructora, Miguel Ángel Rodríguez.

Quien ayer pudo explicar por primera vez su intervención en este polémico proyecto fue el portavoz actual del Partido Popular en Cort, Rafael Durán. Quien había sido máximo responsable de la política deportiva de Palma en la anterior legislatura fue defendido por el abogado José Ramón Orta; el letrado confiaba por la tarde en que se declarara la libertad de su cliente. El concejal tenía previsto negar que se hubiera enriquecido e iba a sostener que, pese a ser el presidente del Consorcio, las grandes decisiones no se tomaron por iniciativa suya.

Durán, con barba de tres días, se mostró muy sereno al bajar del vehículo policial. Iba esposado al publicista Miguel Romero. Fue el único de los cinco detenidos que saludó a los periodistas con un educado "bon dia". Después fue llevado a los calabozos. Allí aguardó varias horas acompañado de Pepote Ballester.

Quien también estuvo en el juzgado, aunque muy brevemente, fue la ex alcaldesa de Palma, Catalina Cirer. Probablemente tenía la intención de poder ver a su sustituto en el cargo de portavoz del PP en Cort. Pero Cirer al ver a un fotógrafo salió corriendo, se metió en un coche y se fue.

Quienes estuvieron presentes durante la larga espera fueron varios familiares de los detenidos. Teniendo en cuenta que habían pasado varios días detenidos e incomunicados, el juez Castro permitió que sus allegados les facilitaran alimentos y bebidas.

El PP balear reiteró anoche su protesta por el trato recibido por los implicados en el caso y denunció "la diferente vara de medir" de Anticorrupción según se trate de investigaciones que afectan a los conservadores o a otros partidos.