"Jamás votaría a Rosa Estarás, pero reconozco que con las barbaridades que dice Delgado, esta mujer me cae ahora mejor", me suelta una amiga mientras desayunamos con un nuevo titular del alcalde de Calvià sobre la lengua. "A nosotros nos iría mejor que ganara Delgado y no Estarás", espeta una socialista con un alto cargo en el Consell de Mallorca. "Rotger, Pastor, Cirer ¿eso es renovación?", se lamenta un joven concejal del PP. "¡Que no me vengan con cuentos, aquí quien más quien menos ha ido a salvarse, y punto!", asevera un veterano dirigente ´popular´ que ha sido descabalgado. Es lo bueno que tiene el PP, el único partido capaz de montar un auténtico culebrón pero luego movilizar como ningún otro a sus votantes. Lo único que cuenta, al fin y al cabo.