Desde este año y hasta 2010, el Govern deberá pagar 15 millones anuales; pero entre 2011 y hasta 2031, esta cantidad será de unos 32,5 millones de media. Estas cantidades suponen un verdadero mazazo para el departamento autonómico de Gabriel Vicens: "La gestión económica que se ha hecho en todo lo referente al Metro y su soterramiento se puede calilificar de pésima y lesiva para los intereses de la ciudadania", "una gestión irresponsable, políticamente hablando". Además, "la financiación que provocarán los 314 millones de euros totales hipoteca gravemente a la Conselleria para un futuro gobierno, hasta el 2031". Esto es particularmente cierto para una Conselleria a la que no ayuda el retraso continuado en la firma del convenio de ferrocarriles. El metro, hasta ahora, lo ha consumido todo. "Es una hipoteca para todos los ciudadanos, tremenda y vergonzante, sobre todo por cómo nos hemos encontrado la línea... Sólo en medidas de seguridad ya se han invertido cerca de dos millones de euros", explicaba el conseller Gabriel Vicens, para añadir: "Lo peor es que ni siquiera funciona".