La veterana parlamentaria socialista Mercè Amer es la nueva consellera de Agricultura y Pesca, una cartera temida por su elevada conflictividad y la escasa relevancia económica del sector. Amer apuesta por el diálogo con los responsables para llegar a una productividad moderna y avanzada.

-¿Hemos de proteger la agricultura sólo para preservar el paisaje?

-El president Antich siempre ha reconocido que la agricultura tiene una participación muy pequeña en el Producto Interior Bruto -somos una economía terciarizada por el turismo- pero gestiona un 80 por ciento del paisaje. Sin embargo, además ha de ser una agricultura productiva y es aquí donde nosotros empezamos a trabajar.

-De hecho, según el estudio reciente del Instituto de Cuestiones Agrarias y Medioambientales, estábamos sobrevalorando el campo en un 20% y su contribución al PIB es menor de un 1%.

-Lo importante no es eso. Además, esas participaciones tan pequeñas en el PIB corresponden a las de países muy desarrollados. En lo que tenemos que trabajar, lo verdaderamente importante es que la producción sea buena, de calidad, propia de una agricultura del siglo XXI.

-¿El campo no es un peor consumidor de agua que los campos de golf?

-Hay que introducir criterios de racionalidad en la gestión de la demanda. Se está avanzando hacia el regadío con aguas depuradas terciarias. Es costoso, pero el esfuerzo vale la pena.

-En el supermercado siempre encontraremos productos con mejor relación entre calidad y precio que los baleares.

-No hemos de competir con las grandes producciones peninsulares o extranjeras, sino sacar al mercado un producto específico y competitivo.

-Pero ¿cómo se puede hacer sobrasada mallorquina con cerdo peninsular?

-Hablaremos luego de la sobrasada, si me lo permite. El pasado día 16, la ministra de Agricultura, Elena Espinosa, presentó a la consideración de los ministros de la Unión Europea y del comisario de la Salud la dieta mediterránea como patrimonio material de la Unesco. Balears puede aprovechar esta imagen de calidad. ¿Qué tenemos aquí? Vino, cuyo consumo moderado es bueno; hay aceite, verduras, hortalizas, pescado...

-No sé yo si la sobrasada está incluida en la dieta mediterránea...

-Tanto si hablamos de vino como si hablamos de hortalizas o de sobrasada, lo esencial es producir bien. Y podemos dar la imagen de un producto que ha pasado por un mecanismo regulador de la procedencia y está elaborado con cerdo de pata negra, o... Hay ejemplos de cómo se puede llegar a este mercado del siglo XXI: el vino es uno de estos productos que ha dado un cambio enorme en muy poco tiempo y para bien.

-Hay quien cree que se pusieron demasiadas esperanzas en las denominaciones de origen y que el vino mallorquín es caro frente a sus competidores.

-Hemos pasado en poco tiempo de tener una gran producción de vinos de garrafa a tener un vino aceptado en el mercado interior y exterior, y -créame- no es tan caro. Ahora, cuando se habla de reducir viñedos, se trata de que los propietarios se acojan voluntariamente a la previsión de doscientas mil hectáreas menos; el segundo tema preocupante, la liberalización, se ha aplazado de 2010 a 2014, cuatro años más para preparar el producto para un mercado globalizado. La comisaria europea de Agricultura, Marianne Fischer, ha dicho que prefiere aplicar sus esfuerzos presupuestarios y financieros a la producción, a los seguros y a la comercialización que a pagar los excedentes; y esa es la línea que hay que seguir en todo este sector. Ya sabe la consigna: no hay que dar pescados sino una caña.

-¿Quiere decir que la Conselleria dejará de ser una ´repartidora´?

-El Govern y su conselleria de Agricultura tienen la firme voluntad de ayudar a que la agricultura sea una agricultura del siglo XXI. Ha de ser una agricultura con profesionales -que los hay- y técnicos de la Conselleria para asesorarlos en la reconversión hacia esos productos que tengan una salida clara en el mercado. Ya hemos tenido unos contactos primeros con las asociaciones agrarias para expresarles nuestra voluntad de trabajar juntos; de escucharlos y consensuar las líneas de actuación. Hemos de ir a por soluciones, no a crear problemas.

-¿Y el Fondo de Garantía Agraria? ¿No es un centro de reparto?

-Fogaiba, como otras empresas, ha de ser reestructurada. Es un organismo pagador, y es necesario agilizar toda su tramitación, si ha de seguir como tal; pero no sólo debe pagar, sino también asesorar, ayudar a los payeses a conseguir las líneas que los beneficien. Además, sin embargo, vamos a reestructurar estas empresas, aprovechando todo lo bueno que tengan para potenciar Conselleria y direcciones generales.

-Habla de consenso con el sector agrario. ¿Se refiere al agro de Asaja o al de Unió de Pagesos? ¿Su trabajo será mediar entre estas asociaciones?

-Mi trabajo ha de estar dirigida a los profesionales del sector primario y debe ser la colaboración con ellos. Siempre se observa si [la Conselleria] "está con unos" o "está con los otros". Pues no. Esta conselleria tiene la firme voluntad de trabajar conjuntamente y hemos de ser capaces de dialogar. Habrá problemas, pero no los creemos nosotros. Vayamos a solucionarlos. Es importante transmitir tranquilidad al sector y evitar discusiones inútiles que no benefician a nadie.

-Ya que antes mencionaba las ayudas, ¿qué se va a hacer con los casi cien millones que vienen de la UE y del Estado con el plan de Desarrollo Rural?

-Hemos conseguido tres días más -hasta el 3 de agosto- para estudiar todas las alegaciones del sector y presentar nuestro proyecto la semana que viene. Éste es nuestro compromiso, aunque tenemos muy poco tiempo. Pero estamos trabajando todos los días para tenerlo a punto.

-¿Qué pueden hacer los pescadores baleares? ¿Comercializar medusas o guiar a turistas?

-Está claro que somos una economía terciaria, pero siempre hemos de mantener productivo nuestro sector primario. Las cofradías de pescadores ya están organizadas y se han de potenciar. Además, los pescadores entienden la necesidad de colaborar con la Administración: es a propuesta suya que se habla de crear reservas marinas; también se habla de reducir los gastos fijos, como los de combustible, y de mejorar la comercialización: también debe saberse que el pescado de aquí es diferente del de otros lugares del Mediterráneo. Es un sector muy preparado: hay pescadores que practican estudios de costes y, lo que es muy importante, que atraen a la gente joven. Lo que se dice de la pesca debe decirse también de la agricultura: hay que ir de la mano con la Universidad.