El archipiélago es el quinto foco mundial de la enfermedad de Andrade, una neuropatía periférica y hereditaria que afecta a unas 500 familias de Balears, según afirmó ayer Sonia Gutiérrez, presidenta de la Asociación Balear de Enfermos de Andrade (ABEA).

La enfermedad, que causar invalidez paulatina por el deterioro de los nervios, precisa de un transplante de hígado para evitar la muerte de los pacientes, indicó Gutiérrez.